El tráfico de datos móviles con tecnología 5G alcanzó los 440.000 terabytes entre abril y junio, frente a los 270.000 del mismo periodo del año anterior. Es un salto del 62,9%, aunque el 4G sigue siendo el auténtico rey de la carretera: 1,99 millones de terabytes, un 13% más interanual.
En total, los datos móviles —sumando 3G, 4G y 5G— ascendieron a 2,5 millones de terabytes, un 17,9% más que en 2024. El 3G, por su parte, va camino de museo tecnológico: cayó un 37,5%, hasta los 50.000 terabytes.
El 5G gana espacio, pero no la partida
Pese a su crecimiento, el 5G solo representa el 17,6% del tráfico total. Es decir, la mayoría de los usuarios aún circulan por el carril del 4G, que resiste con solvencia. La implantación del 5G avanza, pero el uso masivo y la cobertura plena todavía están lejos del objetivo.
La CNMC confirma que el 89,2% de las líneas móviles ya tienen conexión a internet, lo que equivale a 56,2 millones de líneas, un 4% más que hace un año. Un reflejo de que la conectividad se ha convertido en un bien casi tan básico como la electricidad.
Más ingresos, mismo reparto
Los ingresos minoristas del sector de las telecomunicaciones subieron un 1,7% interanual, hasta los 5.657 millones de euros en el segundo trimestre de 2025. Los grandes operadores —Movistar, Vodafone, Masorange y Digi— mantienen el dominio del mercado, concentrando el 83% de los ingresos.
Sin embargo, el equilibrio se mueve ligeramente: Movistar cae al 37,1%, Vodafone baja al 13,7%, mientras que Masorange sube al 28,4% y Digi sigue su escalada con un 3,8% de cuota. Una partida ajustada, pero con un claro mensaje: los nuevos jugadores siguen recortando distancia.
La televisión de pago también suma
El informe revela otro dato interesante: los abonados a la televisión de pago crecieron un 6,8%, consolidando el apetito por el contenido audiovisual dentro del ecosistema digital. La convergencia entre datos, streaming y conectividad parece más viva que nunca.
El 5G se expande con fuerza, pero el 4G se resiste a jubilarse. O, visto de otro modo, España está en plena mudanza digital: con un pie en el futuro y otro aún en el router de siempre.
