Las políticas monetarias, principalmente en Estados Unidos, han cambiado la tendencia que llevaban después de la crisis financiera. Entonces se decidió en los importantes bancos centrales la implementación de medidas de flexibilización cuantitativa, que dotaron a la renta variable de impulso y relajaron las condiciones de financiación para los países. La renta fija no era un activo que fuera tenida en cuenta más allá de inversores institucionales de gran calado.
Ahora el escenario se ha volteado y una de las cuestiones que muchos se preguntan es si resulta ahora llamativo apostar por bonos. Si todavía hay rentabilidad en ese espacio.
A este respecto, Myles Bradshaw, responsable de renta fija en Amundi, contextualiza asegurando que el objetivo de la Fed con respecto a la inflación «ya se está consiguiendo», por lo que el mensaje va a seguir siendo el de «reducir el nivel de los estímulos y mantener la normalización de la política monetaria». Principalmente, porque las perspectivas de crecimiento son más sólidas y porque se está consiguiendo la meta de un IPC al 2%.
En este sentido, si vamos hacia un análisis más global, el BCE debería seguir la misma dinámica que se ha trazado al otro lado del Atlántico. Bradshaw explica que será a final de este año cuando «de por concluidos los estímulos» y después del verano del 2019 cuando comience a subir tipos por primera vez. Un viraje de debería ser «similar» al desarrollado por la institución monetaria estadounidense.
Este nuevo paradigma, en el que las rentabilidades en la renta fija van a empujar al alza abren el melón sobre una cuestión: ¿Es interesante tener bonos en este entorno? El experto de Amundi considera que sí por varios motivos que destaca centrándose siempre en las perspectivas que nos rodean.
En primer lugar, explica que forman parte esencial de una cartera que siempre tiene que estar diversificada para mitigar los posibles riesgos por distintos motivos. El primero de todo es que son generadores de «retornos estables con una baja volatilidad». Además, ayudan a «preservar capital en las estrategias desarrolladas».
Por otra parte, la renta fija en el escenario actual también tiene una «baja correlación con los activos de mayor riesgo de la cartera». Pueden actuar de sujeción ante el incremento de la volatilidad. Algo que ya se ha podido observar a lo largo del presente ejercicio.
Bradshaw también destaca la posibilidad de incluir divisas dentro de los bonos, lo cual ofrece «multitud de oportunidades que se encuentran poco correlacionadas». Así las cosas, los bonos a día de hoy aún resultan interesantes y una parte esencial dentro de las carteras.
2018-11-08 09:11:45