No existe unanimidad entre los expertos en sus expectativas sobre qué puede pasar con la libra una vez que Reino Unido ha dicho adiós de manera formal a la UE tras 47 años discurriendo por el mismo sendero. Hay varios aspectos a considerar que van a determinar la evolución de la divisa británica, desde referencias como el crecimiento, la inflación o la confianza del país, a la actuación futura del Banco de Inglaterra. Sin embargo, en lo que sí hay coincidencia es en apuntar que lo más relevante de todo serán las negociaciones entre Reino Unido y la UE sobre sus relaciones a partir de ahora: qué se pacta y, sobre todo, en cuánto tiempo se pacta. “Las incertidumbres sobre la aplicación práctica del Brexit marcarán la evolución durante este calendario”, asegura Darío García, analista de XTB.
Las negociaciones son la clave
Las dos partes solo disponen de once meses para negociar, hasta finales de 2020. Y en el mercado de divisas la atención está puesta en si será tiempo suficiente para lograr un acuerdo completo de cara a evitar una salida precipitada o no. De pedirse una prórroga -algo que descarta el primer ministro británico- debería solicitarse antes de que termine el mes de junio, de modo que para entonces ya deberíamos saber a qué atenernos.
Hasta entonces, desde XTB pronostican para la libra un tiempo marcado por la poca claridad. “La falta de un rumbo fijo podrían indicar una cotización lateral frente a sus principales pares. En el caso del EUR/GBP, el rango entre 0,83 y 0,93 parece el escenario más probable y dado que recientemente alcanzó la parte baja de este rango lateral, las perspectiva de recortes en los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra, podrían descontar un movimiento alcista dentro del rango hasta los 0,93”, asegura García.
Lo que se ha visto, de momento, es que la fortaleza de la libra tras las elecciones generales de diciembre ha sido más bien de corta duración. “La euforia de la recuperación de la estabilidad política se está agotando y los mercados se están dando cuenta de que Brexit está lejos de terminar”, subrayan desde Julius Baer. Desde esta entidad, ante la incertidumbre que suponen unas tediosas negociaciones comerciales por delante y ante la perspectiva de tipos de interés más bajos, se reafirman en una perspectiva neutral a corto plazo para la divisa británica.
Por su parte, desde Omega IGF, recuerdan que la libra, “tras reducirse la probabilidad de un Brexit desordenado, se ha apreciado, aunque sin llegar a los niveles previos al referéndum de 2016”. Sin embargo, estiman que las expectativas de una desaceleración económica podrían revertir los recientes avances. “En la libra todavía queda suficiente incertidumbre como para que a corto plazo veamos una ligera depreciación de esa divisa”, apunta Mercedes Camacho, socia-directora de esta firma.
Mientras, para Ebury, desde donde no se creen las afirmaciones de Boris Johnson de que esté listo para abandonar las negociaciones sin acuerdo, siguen siendo optimistas con respecto a la evolución de la divisa de Reino Unido, a pesar de que ha retrocedido desde su recuperación iniciada tras las elecciones, por esa incertidumbre mencionada al respecto de la duración del periodo de transición. “Esperamos que o bien se alcance un acuerdo antes de que finalice el período de transición o, más probablemente, que los conservadores cedan en el último momento y pidan un aplazamiento”, explica su director de Riesgos, Enrique Díaz. “En nuestra opinión, evitar una salida precipitada debería conducir a una apreciación de la libra frente a la mayoría de sus principales pares durante el resto de 2020”, concluye.
Una opinión a más largo plazo que comparten desde Julius Baer. “A largo plazo, creemos que liberados de la cadenas de la saga Brexit y después de digerir el impacto económico del Brexit, la libra debería tener espacio para mejorar nuevamente”.
2020-02-04 06:08:11