En lo que va de año, los mercados bursátiles chinos han mostrado un crecimiento significativo y continuado, atribuido a la implementación de políticas de estímulo por el gobierno y a los progresos en el ámbito tecnológico en un contexto de guerra comercial con Estados Unidos y la desaceleración de la demanda interna.
Alguna de las medidas implementadas han sido incrementar el déficit presupuestario y la emisión de bonos especiales para financiar proyectos de infraestructura y respaldar a los gobiernos locales.
El sector tecnológico en el país ha experimentado avances notables en el sector de la inteligencia artificial, con plataformas como DeepSeek que han elevado el valor de las acciones de las empresas tecnológicas.
El índice Hang Seng, relacionado con la bolsa de Hong Kong, ha crecido más de un 20 % en 2025, superando así al índice Shanghai Composite, que ha incrementado su valor en un 2,43 %. Los ETF de empresas tecnológicas chinas, como el UBS Solactive China Technology y el HSBC Hang Seng Tech, han registrado rentabilidades que superan el 20 %.
Los fondos que invierten en China han tenido un año favorable, registrando una apreciación media del 8,5 %. Sin embargo, los fondos centrados en empresas más vinculadas al mercado doméstico han visto caídas, lo que pone de manifiesto el mejor desempeño de las grandes compañías internacionales.
Entre los fondos de acciones chinas que mejor rendimiento han tenido en 2025, el ChinaAMC China Opportunities se sitúa a la cabeza con una rentabilidad del 13,14 %. Otros fondos destacados son el HSBC Global Investment Chinese Equity con un 12,04% y el RBC China Equity, CON UN 12,99%.
«El equipo combina análisis top-down del HSBC Global Investment Strategy Group con la perspectiva bottom-up de los analistas y gestores de fondos», comenta la gestora de HSBC. «El fondo tiene como objetivo incrementar el valor de sus activos a medio plazo invirtiendo en acciones de empresas de China, Hong Kong o Taiwán», añaden desde BNP Paribas.
Li Qiang, el primer ministro chino, ha revelado que el objetivo de crecimiento económico del país se sitúa alrededor del 5% y que elevará el déficit fiscal hasta el 4%. Mientras que el FMI y el Banco Mundial BM estiman un crecimiento del 4,6 % y el 4,5 %, respectivamente, para el producto interior bruto (PIB) de China en el presente ejercicio.