El estudio «Perspectivas España 2025», realizado por KPMG y CEOE, revela que un 71 % de los empresarios en el país anticipa un aumento en sus ingresos para 2025. Estos datos se expresan sobre todo en los sectores de turismo, banca, seguros y tecnología, donde un 86 % de los encuestados confía en registrar una mejora de sus cifras. Mientras que el sector de la automoción espera una reducción de su facturación.
«La economía española ha mostrado un rendimiento satisfactorio, y se espera que esta tendencia continúe en 2025». Comenta Juanjo Cano, presidente de KMPG España. Sin embargo, Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, advierte que «el optimismo inmediato no debe eclipsar las debilidades estructurales y los riesgos que afectan las perspectivas».
Los empresarios que participaron en la encuesta señalaron varios riesgos que podrían impactar sus negocios, tales como la inestabilidad del marco legal, la disminución de la competitividad y la fluctuación de precios. En respuesta a estas inquietudes, solicitan incentivos fiscales y una simplificación administrativa para promover la inversión.
Aun así, el estudio señala que el 76% considera que la situación de sus empresas es buena o excelente, y un 45 % espera que mejore en 2025. En la misma línea, más de la mitad de los empresarios planean aumentar sus inversiones, y un 42 % planea incrementar su plantilla. Las regiones de Galicia, Madrid, Baleares y Aragón se destacan por sus previsiones positivas en cuanto a la creación de empleo.
Internacionalmente, un 43 % de los encuestados tiene presencia global y tiene como objetivo expandirse en el próximo año, priorizando mercados como Estados Unidos y Latinoamérica. Sin embargo, la política arancelaria de Donald Trump genera incertidumbres.
Garamendi subraya la necesidad de un entorno que favorezca la seguridad jurídica y regulatoria, sin cambios fiscales inesperados ni incrementos en los costos laborales, para fomentar la confianza en las inversiones. Además, Cano menciona que «la formación de los equipos será fundamental para prevenir y mitigar los riesgos asociados a la IA y otros avances tecnológicos».