La compañía china BYD ha anunciado un beneficio neto de 40.254 millones de yuanes (5.171 millones de euros) durante 2024. Esta cifra supone que la firma asiática ha adelantado por volumen de ingresos superiores a su principal rival: la estadounidense Tesla.
Este resultado, un 34% mayor al obtenido en el periodo anterior, la posiciona como la automovilística más destacada del periodo en cuanto a ingresos.
En 2024, BYD comercializó más de 4,2 millones de vehículos eléctricos e híbridos enchufables en el mercado global. En el ámbito chino, la firma superó 1,6 millones de unidades eléctricas, rebasando a Tesla, que vendió alrededor de 660.000 vehículos en ese mismo país. Este ascenso también se reflejó en la facturación, que totalizó 777.102 millones de yuanes.
Si bien es cierto que la empresa de Elon Musk no fabrica híbridos enchufables, las tensiones políticas, debidas a la guerra arancelaria entre Estados Unidos y el resto del mundo, están pasando factura a Tesla.
En referencia a ello, Wang Chuanfu, presidente y fundador de BYD, ha querido resaltar el comportamiento de la empresa destacando su «vitalidad» pese a las «incertidumbres».
Por su parte, BYD mostró hace unos días una plataforma tecnológica que posibilita recargas ultrarrápidas en cinco minutos, brindando hasta 400 kilómetros de autonomía. Esa innovación reforzó la posición de BYD en el segmento, «aprovechando el auge de las nuevas energías, ganando cuota de mercado gracias al doble impulso de la tecnología y la inteligencia artificial», según Wang Chuanfu.
El beneficio neto de 2024 representó el mayor registro en la historia de BYD, superando las previsiones de expertos. Con la inversión de 54.200 millones de yuanes en investigación y desarrollo —un 35,68 % más que el año previo— BYD enfatizó su apuesta por la evolución tecnológica y la innovación.
Con miras a 2025, BYD prevé acelerar su expansión más allá de sus fronteras y reforzar su autonomía. La compañía ya construye fábricas en Brasil y se adentra en el mercado latinoamericano, con presencia en más de 50 países, incluida España.
«Aceleraremos la expansión internacional de nuestros negocios para ayudar a la industria automotriz china a liderar la transformación global de los vehículos de nueva energía», ha asegurado el presidente de la firma.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. La política de precios agresivos aplicada por BYD atrajo la mirada de la Comisión Europea, que impuso aranceles por supuesta competencia desleal. A pesar de ello, la empresa sostiene su estrategia de crecimiento y reafirma su objetivo de reconfigurar el panorama mundial de la industria automovilística.