Las empresas B Corp deberán asumir nuevas exigencias climáticas y sociales

La organización B Lab refuerza su marco de evaluación para que las compañías acreditadas adopten planes climáticos y fomenten la equidad.
Equipo de B corp Equipo de B corp
Equipo de B corp

Las empresas B Corp, aquellas con un sello de sostenibilidad ecosocial de alto nivel, ahora tienen que afrontar siete nuevos criterios, que destacan en la acción climática y la circularidad con gestión ambiental. De acuerdo con B Lab, la organización que respalda este distintivo, la acción climática implica la elaboración de planes para mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 ºC y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente en grandes empresas. En cuanto a la circularidad, se exige que evalúen y minimicen su impacto ambiental en las operaciones y en la cadena de valor.

Además, estas empresas deben desarrollar una gobernanza centrada en las partes interesadas, operando con un propósito claro y creando estructuras que permitan supervisar tanto este propósito como «el desempeño social y ambiental». Otros criterios abarcan derechos humanos, trabajo justo, diversidad e inclusión, así como acción colectiva para promover cambios sistémicos mediante políticas que generen «resultados sociales y ambientales positivos».

Estos nuevos requisitos, resultado de cuatro años de trabajo, consultas públicas y la colaboración con expertos, emergen de más de 26.000 comentarios provenientes de 67 países, según Lucas Hunter, director interino de B Lab. Hunter menciona que «era hora de evolucionar y dar un paso más allá» para impulsar «un compromiso mucho más activo» de las empresas ante los desafíos sociales y medioambientales, alentando «mejoras concretas». Aunque conseguir el sello será más complicado, los resultados de las consultas con empresas tanto certificadas como no certificadas han sido «super alentadores a nivel global, europeo y español».

Hunter subraya que su equipo es consciente de que se trata de un proceso, ya que su visión es transformar el sistema de forma progresiva. También remarca que el foco está en desarrollar herramientas y materiales que permitan a las empresas trazar su propia hoja de ruta hacia ese cambio.

A pesar de las dificultades geopolíticas y la guerra comercial que conlleva tarifas y aranceles altos de EE.UU., el avance de las B Corp continúa. Hunter considera «muy positiva» la evolución del movimiento en España, recordando momentos en los que eran vistos como «un grupo de locos intentando hacer las cosas distintas en el mundo empresarial». La pandemia no detuvo su crecimiento; al contrario, «las empresas se comprometieron más, porque entendieron que había que cambiar la forma de actuar». Ahora mismo, «tenemos prácticamente 300 empresas certificadas en España y más de 12.000 usuarios de la evaluación de impacto» a nivel global, utilizando «herramientas sólidas y compartiendo buenas prácticas».

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