La petrolera estatal brasileña Petrobras cumplió un requisito ambiental clave para explorar crudo en la desembocadura del río Amazonas. El instituto ambiental Ibama dio luz verde a su plan de protección de fauna, vital para el proceso de licencia en esta zona sensible.
Ibama confirmó que el plan cumple técnicamente. Sin embargo, esta luz verde no es la autorización final. Vendrán simulaciones y una verificación «sobre el terreno» para validar su viabilidad práctica.
La posible exploración a unos 500 km del río genera gran inquietud. Organizaciones y parte del gobierno temen el impacto de un derrame en este ecosistema único y crucial.
En 2023, Ibama rechazó una solicitud, pero Petrobras apeló con nueva información. El presidente Lula apoya la exploración, viendo en sus ingresos financiación para la transición energética.
La viabilidad futura depende de la implementación efectiva de estos planes. Las próximas pruebas en campo decidirán si se concede la autorización final para operar. El equilibrio entre desarrollo y protección es el gran debate aquí.