Los expertos recuerdan que no se trata solo de los rendimientos en mínimos que ofrecen una gran parte de los bonos europeos, especialmente los de plazos más cortos que incluso han llegado a situarse en negativo, sino que EEUU, con un crecimiento muy superior al del Viejo Continente, las rentabilidades también están en mínimos.
Sin embargo, desde la firma explican este fenómeno con su propia teoría de la oferta y la demanda. Una teoría en la que los bancos centrales juegan un papel protagonista. "Pese a que creemos que la Reserva Federal (Fed) y el Banco de Inglaterra (BoE) no introducirán cambios en 2015, el Banco de Japón y el BCE ampliarán sus activos totales, lo que reducirá la oferta mundial de tipos de los principales países", explican los expertos.
Según sus cálculos, los organismos monetarios centrales deberían absorber la mayor parte de la oferta mundial de bonos, con lo que "la escasez de bonos en EEUU, Reino Unido, la zona euro y Japón será un factor global que marcará 2015".
A su juicio, la zona euro es la que debería experimentar un mayor impacto en este sentido, después de que el BCE haya dado a conocer sus planes de ampliar su balance en 60.000 millones de euros al mes hasta septiembre de 2016, de los que 48.000 millones de euros mensuales se destinarán a la adquisición de bonos soberanos).
"Se estima que la emisión neta de Alemania, en donde se supone que no habrá déficit fiscal, se reducirá en 128.000 millones de euros. Además, las nuevas emisiones en los países periféricos serán más escasas: según nuestras estimaciones elaboradas a partir de los datos del Banco Central, netos del BCE y los bancos centrales nacionales, la emisión de Italia se reducirá en 49.000 millones de euros y la de España en 25.000 millones de euros", explican desde la gestora.
Así, y según sus cálculos, la emisión neta del G4 para 2015 debería contraerse 58.000 millones de dólares, en contraste con la expansión de 754.000 millones experimentada en 2014, una cifra muy cuantiosa provocada principalmente por la zona euro y Japón. "Según nuestras estimaciones, la ampliación del balance por parte del Banco Central y la consecuente escasez de oferta de bonos deberían ser la causa de la reducción próxima al 1% del rendimiento del bono del Tesoro a 10 años", explican desde Pioneer.
Flujos de capital
Los flujos de capital. Es el otro elemento que los expertos recomiendan tener en cuenta para adivinar el devenir de los rendimientos de la renta fija estadounidense. Según la Fed, aproximadamente el 50% del total de la deuda en circulación está en manos de inversores extranjeros, "y las compras por parte de estos han experimentado una mayor volatilidad que las realizadas por los inversores nacionales, como los fondos de pensiones y las aseguradoras estadounidenses", explican los expertos.
Desde la firma recuerdan que las adquisiciones trimestrales realizadas por extranjeros han sido supuesto de media un 9% del PIB de EEUU. "Siendo conservadores, debido a la escasez de bonos en Japón, el Reino Unido y la zona euro, los diferenciales positivos que ofrecen actualmente los títulos del Tesoro estadounidense en comparación con la deuda soberana de otros países, podemos prever que las compras mensuales por parte de extranjeros serán en promedio del 8% del PIB en 2015, lo que reduce en casi un 1,5% los rendimientos de los bonos", aseguran.
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