En concreto, la firma controla ahora un 2,894% del capital, frente al 3,555% con el que desembarcaba en su accionariado a mediados de marzo.
A finales de dicho mes, UBS deshacía posiciones hasta el 0,168%, frente al 1,891% que ostentaba previamente.
En abril, Merlin se estrenaba en el mercado de deuda con la emisión de 850 millones de euros en bonos a siete años. La operación se engloba en el objetivo de Merlín de cerrar la compraventa del 22% de Testa que aún está en manos de Sacyr, que debe materializarse antes de que termine junio.
El grupo ha cerrado el primer trimestre de 2016 con un beneficio neto consolidado de 45,2 millones de euros, un 131% más. Mientras que su facturación creció un 141%, hasta los 78,4 millones.
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