Lo normal es pasarla con la familia, quizá con amigos, y en casa. Eso sí, cada vez es más común salir fuera del país para descubrir nuevas formas de celebrar la última noche del año. Son viajes para desconectar y ponerse a pensar en cómo comerse el 2019. Os damos algunas ideas sobre los viajes más originales para decirle adiós a estos 365 días de esfuerzo. ¡Porque nos lo merecemos!
LISBOA: NAVIDADES CERCA DE CASA
Lo tenemos al lado y puede que ese sea el motivo por el que no nos fijamos demasiado en él. Portugal pasa desapercibido por algunos y se antoja algo injusto, teniendo en cuenta las joyas geográficas y culturales con las que cuenta. La ciudad de Lisboa, por ejemplo, con su aire cosmopolita aunque nostálgico, se convierte en un lugar con un romanticismo ideal para recordar el año que dejamos atrás. El barrio de Alfama, el castillo de San Jorge, la Plaza del Comercio o el Barrio Alto. ¡Hay mucho por descubrir!
RIGA: UN INVIERNO MÁS FRÍO DE LO NORMAL
En este viaje os recomendamos más ropa de abrigo de lo normal. Nos alejamos un poco de España para aterrizar en Riga, la capital de Letonia. Vamos a disfrutar de un casco antiguo repleto de belleza y por el que callejear con los ojos bien abiertos para no perder detalle. Paseos que nos pueden llevar desde la plaza del ayuntamiento, hasta el parque Bastejkalns, pasando por la Ópera Nacional o la catedral de la Natividad… Y sí, hablamos del frío intenso del lugar, pero merece la pena despedir el año rodeados de paisajes completamente distintos a los que estamos acostumbrados.
CARCASSONNE: ALEJADOS DE LAS MULTITUDES
Llegamos a una pequeña joya que alberga Francia desde hace 2.500 años. Carcassonne, una comuna en la región de Occitania, al sur del país, no regala un impresionante castillo medieval. Probablemente este sea el monumento más reconocible del lugar, pero su muralla con 48 torreones cuidando a la ciudad tampoco desmerece. Igual que los cientos de viñedos que completan un paisaje que todavía no ha descubierto mucha gente. Por suerte (o no) el turismo aun no ha inundado estas tierras, así que es mejor aprovecharlo antes de que sea tarde.
NUEVA YORK Y EL TIMES SQUARE
El que no lo ha vivido en directo, lo ha visto en las películas. Hace más de un siglo que la bola del Times Square en Nueva York baja cada 31 de diciembre ante la atenta mirada de los afortunados que están cerca de ella. Y si en España hacemos una buena fiesta después de las campanadas, aquí la empiezan 7 horas antes de terminar el año. Durante todo este tiempo se suceden actuaciones musicales de artistas de primer nivel, un ambiente que muchos cuentan que no han experimentado en su vida y, sobre todo, una avalancha de confeti para dar la bienvenida al nuevo año.
JAPÓN: LA NOCHEVIEJA HECHA RITUAL
Hablar del Año Nuevo en Japón es hablar de simbolismo. Y sobre todo de rituales que no se limitan al último día del año, sino que dura tres días completos después del Ōmisoka. Para empezar, en Nochevieja todos los templos dan sus campanadas, pero en vez de las 12 que se dan en España, en Japón suenan 108 veces. Sus rituales pasan por limpiar el hogar en profundidad, preparar comida durante días o comer los fideos más largos posible para simbolizar la longevidad. Una experiencia que nos traslada a otro mundo. よいお年としを!
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