Mientras en Francia se habla abiertamente de guerra, el resto de países europeos se ponen de perfil a la espera de que Hollande comunique su estrategia en Europa. El presidente ha apelado al Tratado de la Unión Europea para activar el artículo sobre defensa colectiva europea que implica prestar asistencia y apoyo a uno de los socios atacados. De momento, Francia ha decidido intensificar los bombardeos contra fuerzas del Estado Islámico en Siria, de manera unilateral y Hollande ha establecido conversaciones con Obama y Putin para coordinar una ofensiva.
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha considerado buena noticia la coordinación entre Francia y Rusia, pero ha apostado que lo más prudente es esperar que haya un nuevo gobierno para tomar una decisión tan grave como implicarnos en una intervención militar en Siria.
"Francia ha activado el artículo 42.7 de la Unión, pero no se ha concretado la petición, y no he recibido ninguna comunicación de qué podría solicitarnos. Nosotros podríamos cumplir ese mandato de muchas maneras, con el intercambio de información, con la sustitución de tropas francesas en algunos escenarios donde estamos juntos, como Mali, centroáfrica, o de alguna otra manera", ha dicho hoy.
Por su parte, el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha afirmado que Alemania está dispuesto a ampliar su presencia militar en Mali para descargar a Francia dentro de la lucha conjunta contra el terrorismo islamista.
El jefe de la diplomacia alemana destacó en un comunicado que "Francia ha asumido una gran responsabilidad en la lucha contra el terrorismo en África" y que en este punto su país puede contribuir ampliando su "compromiso en el marco de la Misión de Naciones Unidas MINUSMA".
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