El pasado 11 de julio, el fallecimiento de Satoru Iwata sorprendía a los aficionados a los videojuegos de todo el mundo. El que liderara Nintendo desde 2002 y consiguiera triplicar sus ingresos con la introducción de la Game Boy Advance SP y la consola Wii, fallecía de un cáncer hepático a los 55 años de edad.
Pese a los esfuerzos de Iwata, el auge de los smartphones y las tablets hicieron caer las ventas de las consolas portátiles, y la Wii U no pudo igualar el éxito de su predecesora. Iwata siempre fue reacio a entrar en el negocio de los juegos para los teléfonos móviles por temor a canibalizar la base tradicional de consolas de Nintendo. Sin embargo, no le quedó más remedio que cambiar de rumo y en marzo de este año firmó una alianza para smartphones con el fabricante de juegos online DeNA.
Ahora, Tatsumi Kimishima hereda la tarea de hacer que este acuerdo funcione, y que la compañía vuelva a la senda del crecimiento después de 6 años consecutivos de pérdidas. La crisis económica y sobre todo el auge de los smartphones y las tablets hicieron que la Wii y la Game Boy Advance SP (las dos ‘joyas’ de la compañía) perdiera fuerza y sus ventas se frenaran en seco. Además de los terminales inteligentes, el avance de videoconsolas gráficas de Sony y Microsoft, como la Play Station y la Xbox han hecho aún más difícil la recuperación de Nintendo.
Kimishima estará ahora al frente de los nuevos lanzamientos que tiene previsto el gigante asiático del ocio, la nueva consola, cuyo nombre en clave es NX y los primeros juegos para smartphones. Según Bloomberg, gracias a esto, la recuperación podría llegar durante este ejercicio fiscal, ya que se prevé que los beneficios operativos se multipliquen por dos este año.
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