Tener trabajo no garantiza unos ingresos para una vida digna. CCOO ha puesto cifras a un fenómeno que se ha solidificado durante la crisis económica, la precariedad laboral que empuja a la pobreza, a través de un estudio sobre la desigualdad salarial. A partir de los datos publicados por el INE sobre los salarios de los trabajadores durante 2013. Estadística distribuía en diez grupos los 14,1 millones de asalariados ordenados, de forma escalonada y menor a mayor retribución.
El primer grupo con menores ingresos tiene un salario medio de 414 euros mensuales brutos en 12 pagas, una cuantía por debajo del umbral de la pobreza fijado por el INE en 675 euros mensuales. Para 2013 la oficina de estadística marcan el k de una persona se situó en límite en 8.114 euros anuales, 200 euros menos que un año antes. El primer 1,4 millones de trabajadores 1,4 millones de trabajadores por cuenta ajena que tienen una retribución anual de menos de 5.000 euros que, distribuidos en catorce nóminas mensuales, la ley obliga a las empresas a pagar obligatoriamente doce pagas y dos extraordinarias, equivale a una nómina mensual de 355 euros brutos.
Este grupo de personas cobra menos del Salario Medio Interprofesional (645 euros al mes), algo que sólo tiene encaje legal si se trata de empleos a tiempo parcial.
Los siguiente tramo de 1,4 millones de personas asalariadas con ingresos más bajos, tienen un salario medio de 812 euros, que equivale a un total anual bruto de menos de 10.000 euros que, distribuido en salario mensual y dos pagas extras, son nóminas de menos de 696 euros.
Con lo que a 2,8 millones de personas asalariadas, el 20% del total, que delimita la primera definición de la pobreza laboral: uno de cada cinco personas que trabajan por cuenta ajena en España cobra menos de 700 euros brutos en 14 pagas.
El siguiente grupo tiene una nómina mensual que no alcanza los 950 euros brutos, con lo que 4,2 millones de trabajadores, el 30% del total de ocupados no llegan a ser mileurista, un término que antes de la crisis describía la precariedad laboral y ahora se ha convertido casi en un privilegio.
Devaluación más intensa en los menores salarios
El sindicato también ha analizado la evolución de los grupos salariales desde 2010 y pone de relieve el 20% de las que menos cobran, son cada vez más pobres porque están sufriendo la devaluación salarial con mayor intensidad que el resto grupos. La reducción de salarios en términos reales es del 7,4% desde 2010 a 2013 por el incremento del IPC, de 9,1%, frente el incremento de salarios del 1,6%. Pero este valor medio se distribuye de forma muy desigual: los que más cobran, el último grupo de trabajadores que ganan de media 4.575 euros al mes, ha perdido el 4 %, mientras que los que menos cobran, han visto reducido su salario real el 23%.
La pérdida de los que menos ganan multiplica por seis veces la de los que menos ganan. No sólo están por debajo del umbral de la pobreza, sino también cada vez son más pobres porque en tres años han perdido casi un euro de cada cuatro de su salario.
La desigualdad entre los trabajadores que mayor renta tienen con la que menos ha crecido desde que estalló la crisis económica. En el año 2007, el grupo de trabajadores que menos ganan tenían un salario medio de 502 euros mientras que el tramo de mayores rentas por trabajo estaba en 3.671 euros, es decir cobran 7,3 veces más que los peor remunerados. En 2013, el último dato conocido, el salario de los que menos cobran se situó en 414 euros, mientras el grupo con mejores salarios ascendió a 4.575 euros de media, con lo que la proporción es de once a uno.
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