El conflicto se remonta a 2013 cuando a Infraiber se le retiró el contrato para medir el tráfico de las autopistas mexicanas. La firma emprendió un enfrentamiento contra OHL México tras meses después de que se le prorrogara la concesión del Circuito Exterior Mexiquense y no permitiese a la tecnológica instalar sus controles. Hasta hoy la disputa ha dejado denuncias entre las dos empresas y el destape de grabaciones telefónicas entre dirigentes de la constructora española y miembros de la Administración mexicana, en una presunta trama de corrupción.
El último golpe de Infraiber ha venido de una carta abierta remitida al presidente de México, Enrique Peña Nieto, que ha publicado en toda la prensa del país a toda página. En ella pide la reversión de la principal autopista de OHL, el Circuito Exterior Mexiquense, al Estado al haber recuperado ya este grupo constructor la inversión realizada y el beneficio aparejado al proyecto.
Además, demanda a las autoridades que exijan responsabilidades penales a todos los directivos de la filial de la española por presunto maquillaje contable. Infraiber denunció los estados financieros de OHL México a la CNMV mexicana, que terminó con una sanción pero dejando libre de delito para la compañía.
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