Gresca en la oposición

A la tercera será la vencida en más de 300 días sin Gobierno, con dos elecciones de por medio. Esta tarde arranca la investidura de Mariano Rajoy que terminará superando gracias al apoyo de Ciudadanos y a la abstención del PSOE. Y será la más paradójica, con el líder del PP más conciliador que nunca en el momento que tiene cerrado la formación de Gobierno. Nada que ver con la que protagonizó el pasado mes de agosto cuando sabía que iba a terminar en fracaso. Menospreciando el acuerdo con Ciudadanos y exigiendo al PSOE que le dejara gobernar. Esta vez, el presidente en funciones tenderá la mano a sus adversarios políticos para sentar las bases de la estabilidad política de los próximos años. Ayer, ya manifestó la intención de cumplir con una legislatura de cuatro años reconociendo que “será complicado gobernar en minoría”. De acuerdo con el Partido Popular, el dirigente se mostrará conciliador en el que planteará una serie de reformas basadas en el acuerdo de Ciudadanos y asumible sobre el papel para los partidos socialistas. En la famosa resolución del PSOE que se aprobó en el Comité Federal de la pasada semana para decir la abstención, hay varias posiciones políticas asumibles para los populares como son la convocatoria del Pacto de Toledo para abordar una reforma de las pensiones, la necesidad de abrir un debate territorial y de financiación autonómica, y negociar medidas anticorrupción. El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, ya ha anunciado que la abstención no significa ofrecer estabilidad al Gobierno de Rajoy y que vetará los presupuestos. Las medidas económicas son las que más urgencia tienen. La Comisión Europea espera que tras la formación de Ejecutivo, Rajoy reformule las cuentas de los presupuestos de 2017 para incluir un ajuste de 5.500 millones para cumplir con los objetivos de déficit. Por tanto, el equipo de Rajoy deberá decidir en las primeras semanas si cuadrará las cuentas recortando gastos o subiendo impuestos. Hoy por la tarde, a partir de las seis de la tarde, será la de Rajoy, la única intervención que se produzca sin límite de tiempo. Mañana por la mañana será el turno del resto de portavoces parlamentarios. El primero en tomar la palabra será el socialista Antonio Hernando que estará más preocupado en defender la posición del PSOE que en hacer oposición desde el primer día al PP.  Contará con un tiempo inicial de 30 minutos, al que seguirá la réplica, sin límite de Rajoy, otra réplica de diez minutos y una posible dúplica de otros cinco minutos. Hay más interés por el número de diputados socialistas que rompen la disciplina de voto. A las siete señorías del PSC, se sumarán Margarita Robles, Odón Elorza, Susana Sumelzo, Zaida Cantera, Rocío de Frutos, los dos diputados del PSOE balear Sofía Hernanz y Pere Joan Pons. Pero eso será en la segunda votación el sábado por la tarde. Gresca en la oposición Posteriormente, será el turno del grupo de Unidos Podemos se repartirá el tiempo entre sus cuatro portavoces en función de la representación de cada una de las fuerzas que integran el grupo. Abrirá la intervención del grupo el líder Podemos, Pablo Iglesias, al que seguirá el portavoz de En Comú-Podem, Xavier Doménech; el líder de IU, Alberto Garzón, y cerrará la cabeza de lista de En Marea, Alexandra Fernández. La intervención de Iglesias es la que mayor expectación está generando, tras convocarse por parte de Izquierda Unida una manifestación en contra de la investidura de Rajoy en las proximidades del Congreso. Ya para el recuerdo quedará el ataque feroz a Pedro Sánchez y al PSOE aludiendo a la cal viva. Se espera que Iglesias haga oposición a la oposición para aislar a Podemos en la oposición. Para la formación morada no hay un Gobierno en minoría del PP, sino una gran coalición a tres con PSOE y Ciudadanos. Después de Podemos, le corresponderá el turno al líder de Ciudadanos, Albert Rivera; de ERC, Joan Tardá; y del PNV, Aitor Esteban. Intervendrán los diferentes portavoces del grupo mixto, ahora ampliado con los ocho diputados del Partit Demòcrata Català (PDC), la antigua CDC.  Los partidos que integran el grupo mixto deberán repartirse esos treinta minutos en función de su número de escaños. El debate lo cerrará el portavoz del PP, Rafael Hernando. Tras ese debate se celebrará la primera votación, en la que Mariano Rajoy necesita mayoría absoluta para ser investido, esto es, 176 votos a favor, lo que, según las previsiones, no se producirá. La votación será pública y por llamamiento, y, según los cálculos, podría producirse en torno a las ocho de la tarde. La segunda votación se celebraría 48 horas después de la primera, y tras un pleno mucho más corto. En este, Rajoy no tendrá límite de tiempo, y los portavoces, de una réplica de diez minutos.

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *