Los últimos datos disponibles de Eurostat, pertenecientes al segundo semestre del año 2016, muestran que en España las familias pagaron entonces 22 céntimos por cada kWh de electricidad que consumieron. A falta de datos de Francia, eso convierte a la electricidad española en la sexta más cara del bloque comunitario. En la segunda mitad de 2016 los hogares españoles pagaron un 3,76% menos que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, también se registró un precio más alto que en los primeros meses de 2016, cuando el kWh de electricidad estaba a 21,85 céntimos. La electricidad más cara se encuentra en Dinamarca, donde los hogares pagaron en la segunda mitad del año pasado más de 30 céntimos por kWh. Le siguieron los alemanes (29,77 céntimos) e italianos (23,4 céntimos).
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