Según el último informe de la Fundación BBVA, existe una correlación directa entre el tamaño de las aglomeraciones urbanas y su actividad innovadora. Las empresas y los trabajadores alcanzan niveles más elevados de productividad allí donde las aglomeraciones urbanas son más densas y de mayor dimensión, según explican en el informe. Desde la fundación han analizado estos datos considerando como aglomeración urbana aquellas con una densidad mínima de 1.500 habitantes por kilómetro cuadrado y un umbral mínimo de población de 50.000 habitantes. “Una dimensión urbana elevada también facilita el aprovechamiento eficiente de infraestructuras y servicios comunes, y ofrece a las empresas la posibilidad de compartir proveedores especializados y de disponer de trabajadores más cualificados”, recoge el informe. Además, añaden que las ciudades grandes impulsan el desarrollo de una cultura favorable a la innovación, que puede manifestarse en forma de esfuerzo en I+D, capacidad de generación de empleo de alta cualificación, solicitudes de patentes, y otros indicadores relevantes.
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