Estados Unidos acaba con la neutralidad en Internet

El mundo digital ha declarado la guerra a la propuesta de la Comisión Federal de Comunicaciones (agencia estadounidense que regula las telecomunicaciones), porque pretende acabar con la neutralidad de la red. Los defensores de un ciberespacio abierto e igualitario critican que el gobierno de Trump desea acabar con las normas de proveedores y usuarios de internet, que en la actualidad trata a todos los datos que circulan por ella por igual, para cambiar a una normativa que perjudica a los que tienen menos dinero y prima a los grandes. Entre otros, la industria del videojuego ha utilizado las redes sociales para sus campañas de sensibilización. En ellas argumentan que la nueva medida representa un recorte de derechos y libertadas para el ciudadano de a pie. Es decir, Internet deja de ser considerado un servicio básico como la electricidad o el agua, y exigirá pagar por paquetes de consumo. Además, supone abrir la puerta a aplicar filtros sobre contenidos y a ralentizar servicios según los intereses económicos de organizaciones y proveedores de Internet. A lo que se añade que los servicios que utilizamos en línea, como el streaming (para vídeos o música) sean mucho más caros. La norma todavía no es definitiva. Falta una segunda vuelta para que se apruebe en firme. De ahí que se haya declarado la guerra. También, la coalición formada por los grupos Team Internet y Battle for the Net ha lanzado su campaña, ‘It’s not over! (¡Esto no ha terminado!), para que el Congreso estadounidense revoque la iniciativa. Esta plataforma ha puesto a disposición de la ciudadanía una web para contactar con el Congreso y sus diferentes representantes con el fin de presionar a los congresistas y echar abajo el documento. Asimismo, Fight for the Future, uno de los grupos que participan en la campaña para que la propuesta no salga adelante, señala en un comunicado que cada miembro del Congreso “tendrá que dejar constancia y decidir si defenderá la internet libre y abierta o si enfrentará las consecuencias políticas de despertar su ira en un año electoral”. La falta de neutralidad en la red repercute en tres ámbitos:

  • Económico: porque da menos opciones a los consumidores y las pequeñas empresas que no pueden competir.
  • Social: porque te ofrece una visión limitada de internet.
  • Político: porque las compañías telefónicas ganan aún más poder, pudiendo limitar el acceso a ciertos contenidos.

Repercusión en Europa Aunque Europa tiene sus propias leyes, muchos de los servicios que utiliza son de Estados Unidos, como Google o Facebook, por ejemplo. Esto significa que puede haber problemas en las negociaciones con las operadoras internacionales y que sean los usuarios los que acaben pagando más por lo mismo que consumen ahora. La normativa europea no es común para todos los países, ya que cada uno cuenta con poder de decisión. El futuro está por ver.

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