Cada año, la empresa de análisis estadounidense Gartner realiza un estudio de la adopción y la fase de desarrollo de nuevas tecnologías. Para ello, utilizan un gráfico que representa el ciclo de expectativas que genera la tecnología, que han bautizado como Gartner Hype Cycle, desarrollado para ayudar a las empresas a entender la evolución de las tecnologías más prometedoras y la fase de desarrollo en la que se encuentran. Con este recurso, las empresas pueden diferenciar entre una posible moda pasajera y aplicaciones comerciales verdaderamente útiles. De esta manera, se limita el riesgo de hacer malas inversiones en el sector tecnológico. El Hype Cycle es una representación gráfica de diversas tecnologías, que se divide en las cinco fases siguientes:
- Lanzamiento de la tecnología
Un determinado avance tecnológico se pone en marcha. En este momento, todavía no suele haber ningún producto utilizable y las aplicaciones comerciales aún no están claras.
- Pico de expectativas sobredimensionadas
Una serie de casos de éxito suscita un interés creciente pero, con frecuencia, estas historias acaban mal.
- Abismo de desilusión
El interés en la tecnología desciende y todavía no se han desarrollado suficientemente las soluciones comerciales. Muchos productores de la nueva tecnología abandonan o se ven forzados a cerrar sus puertas.
- Rampa de consolidación
Aparecen más ejemplos de aplicaciones de éxito y la tecnología se va entendiendo mejor. Las empresas tienen más claro cómo pueden integrar la nueva solución en sus procesos.
- Meseta de productividad
La tecnología se extiende y tiene todo tipo de aplicaciones. Roy Amara dijo una vez que, a corto plazo, tendemos a sobrevalorar el impacto de una tecnología, mientras que a largo plazo, tendemos a infravalorarlo: es la ley de Amara. Un ejemplo conocido de esta ley es la evolución de los supermercados en línea. En la época de la burbuja tecnológica a finales de los años noventa, la startup de internet Webvan tuvo una idea luminosa: ¡hacer las compras a través de internet para recibirlas en casa en el mismo día! A los inversores, la idea les convenció de inmediato. La empresa salió a bolsa en 1999 para conseguir más capital y los inversores invirtieron nada menos que 800 millones de dólares en la empresa para equipar centros de distribución con robots y dar forma a los procesos logísticos. Sin embargo, la respuesta entre los clientes potenciales no fue igual y, en el año 2000, la empresa obtuvo una facturación de tan solo 200.000 $. Simplemente, los clientes todavía no estaban preparados para esta idea. En 2001, Webvan quebró. Desde entonces, este mercado ha madurado considerablemente. El supermercado Ocado lleva ya varios años activo en Inglaterra y el gigante del comercio electrónico Amazon compró el año pasado la cadena estadounidense Whole Foods Market para poner en marcha el supermercado en línea del futuro. Además, hay otras partes activas, desde supermercados web locales (como Appie en los Países Bajos) hasta empresas de servicios logísticos como DeliveryHero y servicios de reparto de comida a domicilio como HelloFresh o MarleySpoon. En todo este tiempo, el mercado de las compras en línea se ha desarrollado mucho más de lo que se había previsto inicialmente.
hemeroteca