El lado oscuro de los robo-advisors

Según una reciente encuesta elaborada por CFA Institute, el 70% de los consultados considera que los inversores con alto poder adquisitivo se verán afectados positivamente por las herramientas automatizadas de asesoramiento financiero. Pero cuidado. El estudio también refleja una mayor diversidad de opinión a propósito del impacto que estas herramientas pueden tener sobre ciertos segmentos.

Entre ellos, el fraude, las ventas abusivas y la calidad del servicio en los mercados. "Casi la mitad de los encuestados creen que la creciente prevalencia de herramientas de asesoramiento financiero va a exacerbar el fraude de mercado, y la otra mitad que piensa que los puede disminuir", indican los expertos.

Sin embargo, los profesionales de inversión sí dejan claro que el mayor riesgo introducido por los robo-advisors son los fallos en los algoritmos automatizados de asesoramiento financiero. Así lo considera el 46% de los encuestados, seguido por los que opinan que el principal problema será la venta abusiva (30%) y los riesgos de protección de datos (12%).

El avance de esta industria también ha puesto a sus protagonistas bajo el radar de los reguladores. Instituciones como EBA, EIOPA y ESMA, tres organismos financieros de referencia internacional, ya han elaborado un informe analizando los riesgos potenciales del sector. Entre otros, que los usuarios acaben tomando decisiones inadecuadas ante la falta de información aclaratoria en determinadas circunstancias.

También aluden al riesgo de que los clientes no entiendan la forma en la que la máquina utiliza la información que se le proporciona, además de asegurar que las herramientas pueden tener sesgos en su programación o sufrir la manipulación de los algoritmos que emplean para desarrollar sus carteras recomendadas.

Bajo este escenario, la Encuesta Fintech, que mide las opiniones de los miembros de CFA Institute a nivel mundial, encuentra poco probable que las herramientas financieras automatizadas puedan reemplazar la interacción y el servicio de los asesores profesionales a inversores institucionales y grandes patrimonios, "dado que estos segmentos de mercado no son fácilmente adaptables a las herramientas de automatización estandarizada que proporcionan los roboadvisors". A juicio de los expertos, "estos grupos de inversores, con grandes carteras de diversas y complejas necesidades de inversión, es más que probable que continúen con el asesoramiento personalizado de profesionales de la inversión".

Coinciden los expertos de Citi en un reciente informe, en el que aseguran que los altos patrimonios no abandonarán a sus asesores tradicionales. Pero sí reconocen que la tecnología que emplean los robo-advisors tiene un rol que jugar en la industria de gestión de activos, asegurando que pueden contribuir a mejorar la capacidad para dar servicio a más clientes y de una forma más sofisticada. Todo será cuestión de encontrar la mejor fórmula de colaboración.
 

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