Las Bolsas europeas cerraron ayer con importantes ganancias, lideradas por las de Reino Unido y España. Los índices comenzaron la jornada en un tono positivo, con los valores del sector financiero extendiendo el rebote comenzado el día anterior. Posteriormente fue el Banco de Inglaterra (BoE), que sorprendió positivamente a los mercados financieros con el alcance de las medidas adoptadas, el que impulsó la renta variable al alza. Así, los mercados habían descontado un recorte de tipos de interés de 25 puntos básicos, mientras que había ciertas dudas sobre si relanzaría un programa de compra de activos. Finalmente, a la bajada de tipos el BoE añadió un relanzamiento del programa de compra de bonos gubernamentales por importe de 60.000 millones de libras más, el lanzamiento de un programa de compra de bonos corporativos por 10.000 millones y un programa de financiación para los bancos, además de señalar que es posible una nueva bajada de tipos en el futuro.
No obstante, también cabe destacar el fuerte recorte de las estimaciones de crecimiento económico en Reino Unido que ha llevado a cabo el banco central, estimaciones que ya tienen en cuenta el efecto de las medidas que acaba de aprobar. En este sentido, y tal como ha advertido en su comparecencia el gobernador del BoE, Mark Carney, la política monetaria puede ayudar aportando un alivio a corto plazo mientras la economía británica se adapta a su nueva situación tras el Brexit pero no lo puede solucionar todo. Por tanto, a pesar del buen recibimiento inicial que la renta variable dio ayer a las medidas adoptadas por el BoE, esperamos que el Brexit siga siendo un foco de incertidumbre en los mercados, a la espera probablemente de que sea ahora el Gobierno el que anuncie su plan de acción. Además, y a pesar de que los índices de confianza en el resto de la Unión Europea (UE) por ahora se han mostrado más o menos inmunes al Brexit, tras el deterioro económico que está adelantando el BoE en Reino Unido creemos que será sólo cuestión de tiempo que la ralentización económica se contagie a la Unión Europea que, al fin y al cabo, es el principal socio comercial del Reino Unido.
La que sí se mostró ayer menos afectada fue la renta variable estadounidense, que registró una sesión relativamente tranquila para cerrar prácticamente plana, con la atención ya puesta en las cifras que se publicarán hoy en el país sobre la evolución del mercado laboral en el mes de julio, y que serán la principal cita de los mercados. Es de destacar que el Dow Jones ha cerrado durante las últimas quince sesiones con variaciones inferiores a medio punto porcentual, reflejando un mercado sin tendencia, que no sabe hacia dónde tirar. En cambio, hoy las cifras de empleo sí podrían animar la actividad en Wall Street. Se espera que la creación de empleo se mantenga fuerte, lo que aliviaría las dudas surgidas tras el decepcionante crecimiento presentado por el Producto Interior Bruto (PIB) en el segundo trimestre del año. Por otro lado, con una tasa de desempleo ya por debajo del 5% será importante analizar no sólo el número de puestos de trabajo creados sino el salario por hora, para detectar posibles presiones inflacionistas derivadas de la escasez de trabajadores. Sin duda, esta cifra será tenida en cuenta por la Reserva Federal (Fed) estadounidense a la hora de decidir cuándo sube de nuevo sus tipos de interés.
Con esto esperamos que hoy las Bolsas europeas abran al alza, siguiendo la tendencia de ayer, para posteriormente mantenerse sin grandes movimientos, a la espera de la publicación de las cifras de empleo en Estados Unidos. Esta mañana también publica sus resultados el banco Royal Bank of Scotland (RBS). Será interesante ver cómo reciben sus gestores los movimientos llevados a cabo por el BoE.
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