Fugazmente el euro ha llegado a caer en los últimos días por debajo de los 1,05 dólares por primera vez desde enero, cuando incluso alcanzaba los 1,08 dólares. Los expertos vigilan con lupa su comportamiento a la espera de la ‘prevista’ paridad, pero la divisa resiste el aumento de probabilidades de una subida de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed), el compromiso del Banco Central Europeo (BCE) con sus políticas monetarias acomodaticias, y, sobre todo, la incertidumbre que rodea a las grandes citas electorales de la región. Y es que, a pesar de que se prevé que se amplía la brecha entre las medidas de ambas autoridades monetarias este año; de las políticas pro-crecimiento e inflacionistas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump; o de las renovadas tensiones entre Grecia y sus acreedores internacionales, la moneda única muestra una resistencia inusitada para muchos expertos… “Todavía esperamos que el cruce de euro y dólar caiga a la paridad este año, ya que el contraste entre las políticas del BCE y de la Fed será mayor del que descuentan los inversores”, afirma John Higgins, de Capital Economics. Reconoce este experto que a veces el tipo de cambio fluctúa por razones que no guardan relación con los bancos centrales, pero estos factores son normalmente temporales, como las preocupaciones acerca del proteccionismo del presidente norteamericano, que parecen haberse desvanecido ya. Así, reitera, “el mercado está subestimando las futuras subidas de tipos en Estados Unidos”, mientras el BCE seguirá siendo muy acomodaticio, “esto nos sugiere que el dólar repuntará aún más frente al euro, por lo que mantenemos nuestra previsión de un cruce en 0,95 para finales de 2017”. Por supuesto, añade, la moneda única puede sufrir otros impactos, “pero podrían no ser positivos”, como las elecciones en Francia.
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