Los bonos convertibles tienen un fuerte poder de diversificación. Están altamente correlacionados con la renta variable, moderadamente con el crédito y ligeramente con los tipos de interés, y también ofrecen convexidad. Todo ello los convierte en una poderosa herramienta para diversificar la cartera y también para prepararse para la subida de tipos. Según Arnaud Brillois, director de inversión en convertibles de Lazard Frères Gestion, «estructuralmente, los convertibles tienen una duración entre 1,6 y 2,5 años. Por lo tanto, el impacto del aumento de los tipos de interés es limitado». Como se muestra la imagen a continuación, durante los años de subida de tipos de interés, los bonos convertibles han dado resultados positivos.
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