Los mercados europeos poseen la principal atención inversora en estos momentos después de acumular unos años bastante lastrados y por debajo de la rentabilidad que se proporcionaba en Estados Unidos. Pero eso podría cambiar a tenor de los acontecimientos próximos, de la mayor capacidad de crecimiento en el Viejo Continente y sobre la mayor calma en el plano político que subyace en Europa. Según proyecta el equipo de análisis de Bank of America, El crecimiento “sería decente, la inflación baja, y el banco central seguiría apoyando”. Pero también advirtió que el riesgo de un error político y una normalización prematura gradual de la política monetaria es “ahora alta”, por lo que hay que seguir teniendo cierta precaución. Sin embargo, las estimaciones de crecimiento han cambiado, según la hoja de ruta del BCE, y ese factor de crecimiento puede resultar interesante de cara a los mercados europeos. Con todo, la debilidad en el plano de la inflación sigue lastrando bastante a dicha región según la entidad financiera estadounidense. “El desarrollo más importante y sus implicaciones para la política monetaria, la inflación, no nos ha sorprendido: La inflación ha sido débil, sigue siendo débil y probablemente se mantendrá así en los próximos meses”.
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