Hay una gran preocupación en torno a las relaciones entre Corea del Norte y EEUU. ¿Cree que este escenario es positivo para los mercados? Creo que Corea del Norte es una gran incertidumbre para el mercado. El riesgo evidente es ver qué puede ocurrir, ya que puede impactar en los mercados en general, tanto en los mercados públicos como en los privados. La gente está muy incómoda ya que hay mucha incertidumbre cuando se invierte. Donald Trump no ha implementado todavía muchas de las medidas de su programa electoral. ¿Cree que finalmente las implementará y, en ese caso, serán beneficiosas para las empresas estadounidenses? Es muy difícil decir si lo va a conseguir. No ha logrado nada por la parte sanitaria o con los impuestos. No está claro si va a poder cumplir sus promesas. Hay mucha incertidumbre en torno a todo esto y yo creo que es más improbable que probable que pueda hacer todo lo que prometió y esto es en parte viendo cómo se hacen las cosas en Washington DC, en donde muchas personas apoyan ambas posiciones. Creo que es más improbable que se hagan las cosas que prometió. En relación a cómo afecta a la inversión o a las empresas, creo que hay mucha gente decepcionada con que estas medidas no se puedan aprobar. Los mercados y los inversores están muy pendientes de los movimientos de los bancos centrales. ¿Cómo podrían afectar las políticas monetarias globales a su estrategia? Hay un motivo por el que los inversores en private equity vigilan los tipos de interés y es porque en esta clase de activo el apalancamiento es un elemento clave. Los fondos de private equity suelen tener un apalancamiento significativo. Hoy en día, con los tipos de interés siendo relativamente bajos, es más fácil conseguir crédito barato y este es uno de los motivos por los que las valoraciones están altas. Es muy fácil conseguir capital. Creo que si suben los tipos de interés, va a impactar en las valoraciones, que van a caer. Creo que esto es positivo, ya que todos queremos que las valoraciones caigan. Las compañías de private equity han tenido un buen recorrido durante los últimos siete años vendiendo compañías porque las valoraciones han sido elevadas. ¿Cómo afecta la actual situación del euro y el dólar a su estrategia? Por nuestra estrategia específica, que invierte en mercados privados estadounidenses, no estamos muy centrados en las divisas; no hacemos coberturas. Hay momentos en los que nos ayuda y momentos en los que nos perjudica, pero solemos ser constantes. No trabajamos mucho con divisas. ¿Qué oportunidades interesantes encuentran al invertir en private equity estadounidense? ¿Qué sectores encuentran más interesante? Un área que nos gusta mucho son los servicios sanitarios, que en relación a otras industrias, son menos cíclicos. Hemos estado en un escenario extraño durante ocho años, con crisis. El sector sanitario es menos cíclico y la gran necesidad de estos servicios en un país como Estados Unidos está creciendo. Está envejeciendo la gran generación de los ‘baby boomers’. Además, creo que los servicios sanitarios en residencias de ancianos, asistencia de enfermería y cualquier tipo de tecnología sanitaria que ayuda a reducir costes al sistema hospitalario son áreas muy interesantes en las que invertir ahora mismo. También seguimos expuestos a firmas de consumo estadounidenses, ya que es un sector en buena forma. Esto se debe en parte al recorrido que han tenido las bolsas en los últimos ocho años. Hay categorías interesantes en comida y bebidas, en donde seguimos viendo oportunidades. ¿Qué tipo de compañías tenéis en vuestro radar a la hora de invertir? Nuestro foco está en el sector más pequeño del mercado, y a veces también en medianas compañías. Invertimos normalmente en compañías con un valor por debajo de los 250 millones de dólares. Estos negocios suelen tener entre 5 y 20 millones de dólares de EBITDA y pensamos que es un segmento del mercado muy interesante, ya que la gran mayoría del capital que se capta al invertir en private equity estadounidense suele ser a través de grandes fondos que invierten en grandes compañías. Si podemos invertir en negocios más pequeños, ayudar a profesionalizar los negocios y expandir las bases de producto y de cliente, después vamos a vender un negocio más grande y profesional y vamos a encontrar más compradores potenciales a los que vender a una valoración más elevada. Fijándonos en otras características, nos gustan las compañías que están creciendo y que cuentan con la oportunidad de seguir creciendo de manera continuada. Buscamos firmas líderes en sus respectivos mercados y que tienen ingresos recurrentes, que cuando nos fijamos en ellas, veamos un buen flujo de ingresos. También nos fijamos en su posición en el mercado en relación a sus competidores, con altas barreras de entrada, y nos asegurarnos de que no hay un sustituto evidente. Son cuestiones como estas. Si te fijas en Estados Unidos, hay una cosa muy interesante y es que hay solo unas 5.000 empresas en mercados públicos, mientras que técnicamente hay unos 6 millones de compañías privadas, de las que la mayoría tienen un único propietario. Pero si profundizas en las compañías privadas con al menos 10 millones de ingresos, ves que hay unas 500.000 firmas. Para los inversores que se limitan a sí mismos al invertir únicamente en los mercados públicos, están invirtiendo en un segmento muy pequeño del potencial universo de inversión. Esta es una de las muchas razones por las que seguimos siendo tremendamente optimistas sobre las oportunidades de los mercados privados y por las que, como firma que invierte en mercados privados, seguimos viendo retornos atractivos para los próximos 25 años. ¿Cuál es su previsión para el futuro de esta clase de activo? Seguimos pensando que el guión de los mercados privados es que sigan teniendo un mejor rendimiento que el de los mercados públicos. Existe una prima por la iliquidez en los mercados privados y pensamos que se pueden obtener retornos de doble dígito, o mejores, en el futuro, que son rendimientos más consistentes que los que podemos prever sensatamente para los mercados públicos.
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