La complacencia ha alcanzado máximos históricos con el índice de volatilidad VIX registrando sus niveles más bajos. Los inversores recelosos de los máximos históricos en las bolsas mundiales deberían considerar tomar parte de sus beneficios ante la probabilidad de que esta racha récord de subidas se haya desviado de los fundamentales, según informa Peter Garnry, jefe de estrategia en renta variable de Saxo Bank. Además, desde Saxo Bank observan similitudes entre la crisis bursátil de 1987 y la actualidad por la probabilidad de que la burbuja impulsada por el QE explote y diezme la economía global, tal y como sucedió hace 30 años. Durante la mayor parte del año 1987 la boyante bolsa estadounidense subió rápidamente. En 1987, después de un año de estancamiento, la economía de EEUU comenzó a acelerarse notablemente gracias a que el impacto de la bajada de los tipos de interés de 1986 y el descenso del dólar surtieron efecto. En el momento del colapso en octubre de 1987, el ISM de EEUU había aumentado de 50 a comienzos de año, a más de 60, un nivel pocas veces alcanzado. Sorprendentemente, el ISM acaba de exceder el mes pasado 60 por segunda vez desde 1987. Ante este escenario, hemos modificado nuestra propia asignación de activos recientemente, pasando de estar neutrales a infraponderados en renta variable.
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