Un total de 363 personas fallecieron por accidente laboral entre enero y junio, tres más que en el mismo periodo del año anterior, según datos del Ministerio de Trabajo.
La mayoría de los casos, 295 muertes, ocurrieron durante la jornada laboral, mientras que 68 se produjeron in itinere, en desplazamientos hacia o desde el trabajo.
De las personas fallecidas, 334 eran asalariadas y 29 autónomas. Las principales causas fueron infartos, derrames cerebrales y otras patologías naturales (126 casos), seguidas de caídas (49), accidentes de tráfico (39) y atrapamientos o amputaciones (39).
Los sectores con mayor siniestralidad mortal fueron el servicios (133), construcción (87), industria (48) y agricultura (27). En cuanto al perfil de las víctimas, la gran mayoría fueron hombres (280 durante la jornada, 57 en desplazamientos). Entre las mujeres se contabilizaron 15 y 11 muertes, respectivamente.
En total, durante el primer semestre se notificaron 298.410 accidentes laborales con baja, un 2,7% menos que en el mismo periodo de 2024. De ellos, 256.071 ocurrieron en jornada de trabajo y afectaron sobre todo a asalariados (284.722 casos).
La industria manufacturera, la construcción y el comercio registraron el mayor número de accidentes leves, con golpes y sobreesfuerzos físicos como causas más habituales. Además, se notificaron 262.990 accidentes sin baja médica, un 3,8% menos interanual.
La reforma de la ley de prevención de riesgos laborales, vigente desde 1995, sigue pendiente tras más de un año y medio de negociación en el diálogo social. El borrador plantea incluir emergencias climáticas, riesgos psicosociales, acoso y perspectiva de género, así como actualizar el catálogo de enfermedades profesionales.
Los sindicatos UGT y CCOO reclaman mayor exigencia a los servicios de prevención ajenos y más presencia de delegados de prevención en las pymes, donde muchas veces no se realiza la evaluación de riesgos obligatoria.