El acuerdo histórico entre Estados Unidos y Cuba tendrá consecuencias económicas inmediatas, aunque el bloqueo de cinco décadas no está derribado. Más allá de las medidas diplomáticas, las medidas anunciadas por la Casa Blanca supondrá un alivio para la economía cuba y para los cubano. El bloqueo persiste. Pese a la iniciativa de Obama, no está en su mano deshacer a la Ley Helms-Burton de 1966 y otras leyes aprobadas durante la década de los setenta por el Congreso que blinda el bloqueo y que solo podrán ser derogadas por amplia mayoría en la Cámara.
Según el documento facilitado por la Casa Blanca, el acuerdo favorecerá el incipiente sector privado al ampliar los productos para ser exportados. También abrirá la puerta a mejorar las telecomunicaciones, servicios financieros y relaciones profesionales.
"Hará más fácil que los ciudadanos cubanos tengan acceso a ciertos bienes con precios más bajos para mejorar su nivel de vida y obtener una mayor independencia económica del Estado, contribuirán a la capacidad de los cubanos para comunicarse con personas en Estados Unidos y el resto del mundo", señala.
De manera inmediata, afectarán a las remesas de ciudadanos cubanos que viven en el extranjero. Se permitirán hasta 2.000 dólares trimestrales, frente a los 500 dólares, con lo que supondrá para la economía familiar. Además, se incluye menos restricciones, incluida que se pueda destinar a negocios y proyectos empresariales.
Los artículos que serán autorizados para la exportación incluyen ciertos materiales para la construcción residencial privada, bienes para uso de los empresarios cubanos del sector privado y equipo agrícola para los pequeños agricultores.
El principal sector que recibirá impulso será el turismo. A los viajeros podrán sacar de la isla hasta 400 dólares en bienes, pero limitado a 100 dólares en tabaco y alcohol. Según el Banco Mundial, el 70% del PIB cubano corresponde al turismo, con lo que la mejora de expectativas tras el acuerdo se puede trasladar al resto de la economía.
El deshielo entre Estados Unidos y Cuba es aplaudido especialmente por las empresas españolas que desarrollan su negocio en la isla. Gran parte de la presencia empresarial española se concentra a través del turismo, ya que España gestiona el 90% de las camas a través de los grupos hoteleros Meliá, Iberostar, Barceló, NH o Rius.
En concreto, Meliá es la cadena que más presencia tiene en Cuba. Además, también fue la pionera ya que lleva allí 25 años por lo que ya gestiona 27 hoteles y 13.000 habitaciones. Tras Meliá, Iberostar y Globalia (a través de su marca BeLive tiene dos hoteles allí) también tienen una fuerte presencia en la isla. Todos los grupos españoles operan bajo el régimen de gestión de Cuba en la que tres empresas del Gobierno controlan la actividad.
Todas las cadenas hoteleras esperan un fuerte aumento del turismo. En este sentido, y según la consultora Havana Consulting Group, Canadá y Estados Unidos son los principales mercados turísticos para Cuba. De hecho, a la espera de conocer las cifras, 2014 terminará siendo un año récord para la isla, que en 2013 ya recibió 2,8 millones visitantes.
Aunque Estados Unidos sigue manteniendo la prohibición de viajar por turismo a la isla. Se espera que se flexibilicen las doce categorías por las que está permitido viajar a cuba. Hasta ahora solo se permitían visitas familiares, negocios del gobierno, periodismo, investigación profesional y reuniones, actividades educativas, actividades religiosas, "apoyo al pueblo cubano", proyectos humanitarios, trabajo e investigación de fundaciones privadas, trabajo de importación/exportación, arte y desempeño atlético, clínicas y talleres, y otras transacciones de exportación. En el sector piensan que aumentará de forma inmediata el número de visitantes estadounidenses a la isla.
Apertura del sector financiero
El comercio también se verá favorecido al permitir a los bancos estadounidenses abrir cuentas en la banca pública cubana. Así como el uso de tarjetas de crédito y débito de Estados Unidos, con lo que en la práctica se levanta la limitación de dinero en metálico para ciudadanos americanos al entrar en la isla. Podrán sacar en efectivo desde cajero y pagar con tarjeta. La banca española podría ver ampliada su red de operaciones en Latinoamérica con el fin del bloqueo. Entidades como BBVA y Santander, que ya tienen una amplia red en otros países de la región cuentan con una gran experiencia y conocimiento del sector.
Otro sector poco desarrollado que puede ofrecer un nuevo abanico para las empresas españolas es el del "ladrillo". La remodelación de varias ciudades hace que la obra civil cobre fuerza y atraiga a varias empresas españolas, con gran experiencia en el desarrollo de infraestructuras.
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