La startup franco-neerlandesa Thorizon se ha propuesto revolucionar el sector de la energía. Para ello quiere usar el combustible nuclear gastado para generar electricidad. Mezclarán estos residuos con torio, un elemento más común y menos peligroso que el uranio.
Mediante esta iniciativa, la empresa podrá aprovechar así el 90% de energía que aún queda en el material usado.
Su tecnología se basa en un reactor modular de sales fundidas (MSR). Este diseño es más seguro y flexible que los reactores tradicionales. Funciona a alta temperatura y baja presión, y la sal se solidifica en caso de fallo.
Una innovación clave es el uso de cartuchos reemplazables. Estos cilindros contienen la sal fundida, residuos nucleares y torio. Simplifican el mantenimiento, reducen costes y extienden la vida útil del reactor.
Este reactor, llamado «Thorizon One», podría generar 100 MW eléctricos. Esto es suficiente para abastecer a unas 250.000 personas o hogares. También puede configurarse para calor industrial o potencias flexibles.
El proyecto busca dar una nueva vida al residuo nuclear. Permite reducir el volumen y la peligrosidad de estos desechos. Además, disminuye la necesidad de minar más uranio.
Con una inversión total de 42,5 millones de euros, buscan construir el primer reactor en 2030. Si se cumplen los plazos, se convertirá en una oportunidad para complementar las renovables y evitar fuentes contaminantes. Europa, con sus reservas de residuos, tiene un gran potencial para esta tecnología.