El fabricante de los populares robots aspiradores Roomba, iRobot, ha tomado la decisión de declararse en bancarrota bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. La compañía ha anunciado que transferirá su negocio a dos empresas chinas y dejará de cotizar en bolsa.
Con sede en Massachusetts, iRobot ha llegado a un acuerdo de reestructuración que le permitirá ser adquirida por Shenzhen Picea Robotics Co. y Santrum Hong Kong Co., sus principales prestamistas y fabricantes.
Un paso hacia la estabilidad financiera
Gary Cohen, director ejecutivo de iRobot, ha afirmado que «el anuncio de hoy marca un hito fundamental para asegurar el futuro a largo plazo de iRobot». Esta transacción, según Cohen, tiene como objetivo fortalecer la posición financiera de la empresa y garantizar la continuidad de sus servicios para consumidores, clientes y socios.
Operaciones sin interrupciones
Según los términos del acuerdo de bancarrota, iRobot continuará operando con normalidad, sin que se prevean interrupciones para sus clientes. Este proceso busca asegurar que la transición sea lo más fluida posible.
La situación actual plantea un desafío significativo para iRobot, que ha sido un referente en el sector de tecnología doméstica y robótica. La compañía espera que este cambio le permita adaptarse a las nuevas realidades del mercado.
