La confianza del consumidor en Alemania ha vuelto a deteriorarse en julio, según el índice que elaboran GfK y el Instituto de Decisiones de Mercado de Núremberg (NIM). El indicador, basado en una encuesta a 2.000 personas, cayó 1,2 puntos hasta los –21,5 puntos en la previsión para agosto.
Es la segunda bajada mensual consecutiva, en un contexto marcado por la incertidumbre económica, la inflación y la contención del gasto.
El dato contrasta con la quinta subida consecutiva en las expectativas de ingresos, que alcanzaron su nivel más alto en un año. El indicador se situó en 15,2 puntos, frente a los 12,7 de junio.
Sin embargo, la propensión a la compra cayó 3 puntos, hasta los –9,2, y la predisposición al ahorro aumentó 2,5 puntos, situándose en 16,4, su nivel más alto desde febrero.
«La recuperación de la confianza todavía no ha llegado, también porque la propensión al ahorro volvió a aumentar», explicó Rolf Bürkl, experto en consumo del NIM, quien atribuye la situación al temor de una posible recesión y al alto precio de los alimentos.
Las expectativas económicas, por su parte, sufrieron un retroceso importante, perdiendo 10 puntos tras cinco meses consecutivos de mejora. El índice cayó de 20,1 a 10,1, lo que supone prácticamente una corrección a la mitad.