En las últimas semanas hemos tenido mensajes ambiguos de la marcha de la economía norteamericana…
· Buenos datos de paro registrado.
· Débiles datos de ventas al por menor.
· Muy débiles datos de producción industrial y pedidos.
· Pero mejora de la confianza de consumo.
· Resistencia de la encuesta de confianza industrial.
· Indicios de deterioro del sector exterior.
El Ministerio de economía publicó hace unos días que la economía alemana había crecido un 0,25%, sin cambios sobre el dato estimado para el tercer trimestre. De hecho, este viernes se publicará el desglose. Y existe el riesgo de que finalmente la revisión del dato sea a la baja, considerando la publicación hoy de la producción industrial…
La semana pasada el Ministro de economía alemán revisó a la baja su previsión de crecimiento para el año en una décima, hasta 1,7%. ¿Demasiado optimista? extrapolar los datos económicos más recientes te obliga a plantearte esta pregunta.
Con todo, recuerden como las autoridades alemanas se ha mostrado optimistas sobre la evolución de las finanzas públicas con cuentas equilibradas este año y deuda cercana al 70%. ¿No les consuela?.
Recuerden que la economía alemana creció un 1,6% en 2014, para desacelerarse hasta un ritmo de crecimiento del 1,5% en 2015.
Parte del optimismo hacia el crecimiento alemán este año se apoyaba en la combinación de unas condiciones financieras muy laxas, caída del precio del crudo y mejora del consumo privado ante todo lo anterior y aceleración en el crecimiento de los salarios. Pero, con los dos primeros factores encima de la mesa es el último el que ahora ofrece indicios de debilidad. Y todo podría ir a peor, si la tensión en los mercados financieros se acentúa al mismo tiempo que los precios del crudo recuperan terreno. ¿Y la apreciación del euro? Ya veremos.
José Luis Martínez Campuzano es estratega de Citi en España.
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