Si los precios del petróleo caen por debajo de los 40 dólares, no será sólo un problema para las empresas de energía, sino también para la renta variable global. Es algo que ya observamos en el pasado cuando el crudo tocó los mínimos de los últimos cinco años y que podría repetirse según el equipo de análisis de UBS. ¿Y por qué tal miedo? Estos expertos apuntan a que un descenso hacia los 40 dólares del petróleo e incluso por debajo de ese nivel, podría ser un gran obstáculo para los beneficios de las empresas de todo el mundo. La investigación de UBS señala que «la salud del sector energético sigue siendo crítica para el crédito corporativo», y que la sostenida debilidad de los precios del petróleo plantea un riesgo más amplio “para los beneficios empresariales”. La deuda en el sector de la energía representa aproximadamente el 15% del mercado de crédito de high yield en Estados Unidos y el 10% del mercado de grado de inversión, según la gestora. Los débiles precios del petróleo podrían hacer que más empresas de energía incumplieran y aumentarían los riesgos para los acreedores corporativos. Se trata de un cisne negro que no se ha tenido especial en cuenta. También, afectaría a las ganancias de las compañías estadounidenses con exposición a materias primas. El oro negro ha sufrido una auténtica ola de ventas en los últimos meses con el WTI y el Brent desplomándose a mínimos anuales. De hecho, con caídas cerca del 17% desde mediados de abril, cuando cotizaba por encima de los 53 dólares.
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