Alibaba o el ocaso del sector privado chino

Jack Ma, de 54 años, ha decidido abandonar Alibaba tras fundarla en 1999. Técnicamente, tiene previsto mantener un asiento dentro del organismo que nombra el consejo de administración, pero cederá la presidencia. Y, con toda seguridad, dejará de ser la cara visible del grupo. Ma tiene ahora un patrimonio acumulado estimado en 38 mil millones de dólares. Sin embargo, en su carta de despedida, ha asegurado que desea volver a la docencia. Jack Ma, cuando fundó Alibaba, trabajaba como profesor de inglés en Hangzhou.

La versión oficial se limita a esta narración de los hechos. Pero, según ha confirmado DIRIGENTES con varias fuentes cercanas al gobierno chino, Pekín era contraria a la notoriedad internacional de Jack Ma. Y no solamente del fundador de Alibaba. A otro magnate chino, Wang Jianlin (Wanda), el gobierno chino le ha retirado su pasaporte tras varias inversiones fallidas en países europeos como España. Guo Guanchang (Fosun), que adquirió un 20% de Osborne en 2014, también está teniendo algunos problemas serios con la justicia china. Y Wu Xiaohui (Anbang), conocido por haber comprado hoteles emblemáticos en Nueva York, como el Waldford Astoria, continua encarcelado a la espera de juicio. ‘Ma podía ser el siguiente’, señalan estas mismas fuentes a DIRIGENTES.

Sus reuniones privadas con distintos presidentes de Estados Unidos, nos comentan, se toleraban pero no eran bien vistas. China, siendo una dictadura comunista, estaba entrando en enormes contradicciones al ceder tanto terreno de su diplomacia económica a empresarios privados. ‘La estrategia inversora se decide desde el gobierno. Las firmas privadas, a lo sumo, deben seguir esas directrices’, explica un antiguo responsable de Zhisland, la primera patronal privada china, a DIRIGENTES. Las autoridades chinas consideran que muchas inversiones llevadas a cabo desde el sector privado han sido frívolas, arriesgadas e innecesarias. Y como la financiación procede, sobre todo, del sector bancario estatal, las multinacionales chinas se ven abocadas a graves problemas judiciales cuando:

1) No pueden devolver los préstamos obtenidos cuando se endurecen las condiciones de crédito.

2) Han invertido en sectores no considerados de naturaleza estratégica por Pekín. Si a todo esto sumamos la notoriedad internacional de algunos empresarios, que incluso eclipsaban al propio presidente chino, Xi Jinping, es posible comprender el retroceso del sector privado.

¿Ha condicionado esto el paso a un lado dado por Jack Ma esta semana? Es una respuesta que solamente tiene él. Ahora bien, no pocas voces daban por hecho que tanto Alibaba, como Jack Ma, podían acabar teniendo algunos problemas judiciales tarde o temprano. Con esta medida, por lo pronto, Ma ha terminado con dicha posibilidad (al menos, a corto-medio plazo).

Economía>Internacional

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *