Garantizar que quien está al otro lado de la pantalla es quien dice ser sigue siendo uno de los retos más complejos del mundo digital. Especialmente cuando se trata de abrir una cuenta bancaria, alquilar un coche o registrarse en una app sin pasar por una oficina física.
Con este objetivo nació Alice Biometrics, una startup de Vigo que convierte la identificación remota en un proceso automático, rápido y a prueba de trampas. Detrás están Esteban Vázquez, Daniel González y Mikel Díaz, tres perfiles técnicos y de negocio que vieron claro que el mercado pedía algo mejor.
La empresa es una spin-off de Gradiant, centro tecnológico gallego donde Vázquez y González llevaban más de diez años desarrollando tecnología de reconocimiento facial.
En 2019 decidieron crear Alice y lanzarse al mercado con una solución que ya utilizan bancos como Abanca, plataformas como Verse o empresas de movilidad como Cooltra.
¿Cómo funciona? El sistema se basa en inteligencia artificial y aprendizaje automático para validar si una persona es quien dice ser. Solo hace falta un selfie y una imagen del DNI. A partir de ahí, el sistema compara, detecta vida, lee el documento y da luz verde. Todo en segundos y sin intervención humana.
La clave, explican desde la compañía, está en reducir al máximo la fricción. Su solución mejora en un 90% el abandono de usuarios durante los procesos de verificación. Y eso, en términos de negocio, significa más altas, más clientes y más ingresos.
La propuesta no solo apunta a fintechs o bancos. Cada vez más sectores buscan soluciones así: hoteles que quieren eliminar colas en recepción, telcos con problemas de comisiones mal asignadas o redes sociales que quieren reforzar la seguridad de sus comunidades.
«Verificar la identidad de forma remota, segura y cumpliendo la normativa no es solo cosa de bancos. Es el nuevo estándar», señala Esteban Vázquez, CTO de Alice. Por eso han desarrollado una solución 100% propia, capaz de adaptarse a distintos sectores y regulaciones como KYC o AML.
En este camino, han recibido el respaldo del Centro Criptológico Nacional, han ganado competiciones internacionales de detección de vida (CVPR, IJCB) y han validado su tecnología con el NIST estadounidense, una referencia en la materia.
Ahora, Alice es una de las cuatro startups españolas elegidas por Google for Startups para su Growth Academy de ciberseguridad. Durante tres meses accederán a formación, herramientas y red de contactos para acelerar su expansión en Europa.
Detrás de esta apuesta también hay músculo financiero: han levantado dos millones de euros con el apoyo de inversores como Mundi Ventures, XesGalicia, Vigo Activo o fondos públicos como ENISA, IGAPE y CDTI.
Su objetivo es claro: liderar el mercado europeo de verificación de identidad para pymes que crecen rápido y no pueden permitirse errores en su onboarding digital. Una tarea cada vez más crítica en un mundo donde hacer clic puede mover mucho dinero… o abrir la puerta al fraude.