Al menos eso es lo que teme Andy Jassy, CEO de Amazon. Jassy, durante una entrevista en un medio estadounidense, ha manifestado su inquietud ante el efecto que los aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos, bajo la dirección de Donald Trump, pueden tener.
El CEO cree que es muy probable que los vendedores externos en Amazon terminen pasando el coste de estos aranceles a los consumidores. «Supongo que los vendedores repercutirán el coste. Dependiendo del país en el que estés, no tienes un 50% de margen ‘extra’ con el que puedas jugar», comentó Jassy.
Para contrarrestar el impacto de estos aranceles, Amazon ha puesto en marcha una serie de estrategias. Estas incluyen la compra anticipada de inventario y la renegociación de términos con sus proveedores. Jassy aseguró que la empresa está haciendo «todo lo que pueden» para mantener los precios lo más bajos posible en su plataforma, buscando así proteger a los consumidores de incrementos bruscos en los precios de los productos.
La respuesta de Amazon a las nuevas tarifas ha incluido la cancelación de pedidos de productos provenientes de China, según han publicado medios de Estados Unidos. Algunos proveedores, que estaban listos para el envío, recibieron notificaciones de cancelación a través del sistema interno de Amazon.
Los patrones de consumo también han mostrado cambios notables, según lo observado por Amazon. La empresa ha detectado que algunos consumidores están empezando a acumular ciertos artículos por si acaso los precios suben en el futuro. Jassy indicó que, aunque «la gente no ha dejado de comprar y, en ciertas categorías, vemos que la gente compra con anticipación», aún no es claro si esta tendencia se consolidará a largo plazo.
La decisión de Amazon de cancelar algunos pedidos y de adoptar medidas para mantener los precios estables refleja las dificultades que enfrentan las empresas en un contexto de guerra comercial prolongada. El impacto sobre los consumidores es ineludible; los costes adicionales de los aranceles podrían verse reflejados en los precios finales de los productos.
Las políticas comerciales de Estados Unidos siguen en un estado de flujo, y empresas como Amazon continúan adaptándose a estos nuevos desafíos. La habilidad de estas empresas para gestionar las fluctuaciones en los costes y sus efectos en el mercado será fundamental para mantener su competitividad y proteger a los consumidores de aumentos de precios considerables.