Todo va mal. China se ralentiza, llevándose por delante al resto de emergentes y a las materias primas, incluso, a las economías avanzadas, las Bolsas se hunden y se habla ya de una posible recaída en la recesión. Pero, una y otra vez, analistas y gestores nos recuerdan que la recuperación está en marcha y el apoyo de los bancos centrales la respalda.
Reconocen que el gigante asiático es un riesgo a vigilar y también el potencial desestabilizador de las turbulencias en el petróleo y la renta variable, pero recomiendan mirar a largo plazo, pues tarde o temprano las aguas volverán a su cauce.
Por ejemplo, desde JP Morgan AM destacan que "los institucionales suelen aplicar una sólida disciplina de inversión con objetivos establecidos, lo que les ayuda a evitar las trampas emocionales a las que se enfrentan los inversores minoristas, como inversiones a destiempo o fuertes desequilibrios en una cartera".
Así, recuerdan la importancia de invertir con mayores horizontes y en una cartera equilibrada para alcanzar los objetivos de inversión sin tener presentes a cada momento los sobresaltos puntuales. "Los inversores capaces de superar las actitudes que distorsionan sus decisiones pueden ser capaces de mejorar la rentabilidad de la cartera beneficiándose de las rentabilidades de la renta variable previstas a largo", insisten.
Coincide con este punto de vista Ángel Agudo, responsable de la gestión del Fidelity Funds America Fund en Fidelity Worldwide Investment, quien en una entrevista con DIRIGENTES afirmaba: "Invertir en Bolsa requiere paciencia y horizontes temporales largos y aportar la liquidez que no necesitaremos a corto plazo".
Mientras, Peter Garnry, jefe de estrategia de renta variable de Saxo Bank, señala que "tan pronto como los mercados parezcan más fuertes, los traders de largo plazo saltarán al mercado ya que los principales índices de acciones están negociando con valoraciones muy bajas si lo comparamos con lo que está ofreciendo el mercado de bonos". Su apuesta: Bolsa europea y japonesa.
Por su parte, Benjamin Melman, director de asignación de activos y de deuda soberana en Edmond de Rothschild AM, ve "potencial de que se produzca un rebote. Existe una brecha significativa entre la situación económica real y el punto de vista extremadamente pesimista de los inversores. No obstante, los mercados siempre acaban volviendo a los fundamentales".
En su opinión, "cada vez es más probable que los precios del petróleo se estabilicen este año tras las fuertes caídas registradas, incluso aunque la situación sigue siendo incierta. Y los bancos centrales se mantendrán alerta: el Banco Central Europeo (BCE) ha prometido considerar una flexibilización mayor de la política monetaria en marzo y el Banco de Japón (BoJ por sus siglas en ingles) podría seguir pronto el mismo camino".
Finalmente, Julien-Pierre Nouen, economista de Lazard Frères Gestion, sostiene: "El crecimiento será superior al 3%. Y, en este contexto, la renta variable sigue siendo el activo que ofrece mejor rentabilidad, especialmente la japonesa y la europea".
Y desde Fidelity añaden que los fondos multiactivo de gestión activa pueden ser una buena alternativa de diversificación. "Estos generalmente se basan en las rentabilidades estratégicas de los activos a largo plazo y las ponderaciones se gestionan tácticamente en función de las condiciones previstas".
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