Apple baja la persiana en China. Por primera vez, la tecnológica estadounidense cerrará una de sus tiendas físicas en el país asiático, en un contexto marcado por la caída del consumo y el ascenso de las marcas locales.
El cierre afectará al punto de venta ubicado en el centro comercial Parkland, en Dalian, una ciudad de 7,5 millones de habitantes del noreste chino.
La compañía ha confirmado el cierre en su web oficial para el próximo 9 de agosto, aunque mantendrá operativa otra tienda en la ciudad, a unos tres kilómetros de distancia.
Según ha indicado un portavoz al medio especializado MacRumors, la decisión responde a la «marcha de numerosos vendedores del centro comercial Parkland». Apple asegura que reubicará al personal afectado y no se prevén despidos.
Este movimiento se produce tras un deterioro sostenido de la posición de Apple en el mercado chino. Según datos de IDC, la compañía cayó al quinto puesto en el ranking de fabricantes de smartphones, superada por Huawei, Vivo, Oppo y Xiaomi.
Mientras el mercado global se contrajo un 4% en el segundo trimestre, las ventas de Apple se redujeron un 1,3% interanual.
En la región conocida como gran China —que incluye China continental, Hong Kong, Macao y Taiwán—, Apple encadena ya siete trimestres consecutivos de bajadas de facturación. Esta región es su tercer mercado más importante, por detrás del continente americano y de Europa.
Frente a la presión de los competidores locales y la ralentización económica del país, el consejero delegado, Tim Cook, ha intensificado su presencia en China. En marzo del año pasado inauguró la tienda más grande de Apple en Asia, ubicada en Shanghái, y ha anunciado nuevas inversiones estratégicas en fabricación, formación e innovación.
Además, la tecnológica prevé abrir una nueva tienda en Shenzhen el 16 de agosto, una semana después del cierre de Dalian, como parte de su nueva estrategia comercial en el país.