Apple se ha propuesto como misión conseguir llevar la señal inalámbrica a todas las regiones del mundo. Sin embargo, en su camino se ha encontrado con un rival de altura, SpaceX.
Según publica The Wall Street Journal, las compañías de Tim Cook y Elon Musk se enfrentan por los derechos sobre bandas que permiten telecomunicaciones por satélite, fundamentales para asegurar cobertura en zonas con redes inalámbricas limitadas.
Apple refuerza su apuesta por la tecnología satélite para optimizar la conectividad en regiones con señal inalámbrica insuficiente. La compañía ha destinado más de 1.000 millones de dólares a Globalstar para desplegar una nueva flota mundial de satélites, orientada a fortalecer el servicio de comunicación en los iPhones.
Esta iniciativa figura como parte de una estrategia que busca ampliar el alcance de la conexión basada en satélites, brindando la posibilidad de enviar mensajes de texto y solicitar ayuda de emergencia donde no existe cobertura de telefonía móvil.
Mientras tanto, SpaceX, a través de Starlink, ha lanzado más de 550 satélites y controla un despliegue internacional significativo. Sin embargo, tanto Apple como SpaceX compiten por los mismos derechos de espectro, imprescindibles para hacer funcionar sus transmisiones. Esta pugna ha derivado en la petición de SpaceX a las autoridades federales de EE. UU. de bloquear la expansión satelital de Apple. De acuerdo con fuentes mencionadas por el medio estadounidense, Elon Musk pidió a los reguladores retrasar los planes de Apple para incorporar más satélites, evidenciando una competencia cada vez más intensa.
Hace poco se alcanzó un acuerdo que posibilita la integración del servicio de telefonía satelital de SpaceX y T-Mobile con los iPhone más recientes. Se espera que este servicio, programado para lanzarse este verano, ofrezca conectividad satelital continua en dispositivos de Apple, mientras la compañía mantiene el control sobre su ecosistema de software. Esta colaboración resalta la relevancia de las soluciones vía satélite en el sector de las telecomunicaciones y la importancia de alianzas estratégicas para ampliar la cobertura global.
Al mismo tiempo, Apple ha explorado la cooperación con otros proveedores de satélites para conseguir más espectro, ampliando sus opciones de conectividad. A pesar de las fricciones con SpaceX, la empresa continúa adelante con sus planes de expansión satélite, considerados esenciales para su estrategia de comunicación a largo plazo.
La contienda entre Apple y SpaceX podría reconfigurar el futuro de la conectividad mundial e influir de manera significativa en el mercado global de las telecomunicaciones.