Google ha aceptado pagar 35,8 millones de dólares por violar las leyes de competencia en Australia, tras llegar a acuerdos con dos grandes operadoras de telecomunicaciones para preinstalar su buscador en dispositivos Android y excluir a la competencia.
El organismo regulador, la Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC), anunció que Telstra y Optus vendieron teléfonos móviles entre diciembre de 2019 y marzo de 2021 con Google Search como único motor de búsqueda, en virtud de un acuerdo con la multinacional estadounidense.
A cambio, Google compartía con ambas compañías parte de los ingresos generados por publicidad al utilizar su buscador. «La conducta que restringe la competencia es ilegal en Australia porque generalmente significa menos opciones, costos más altos o peor servicio para los consumidores», declaró Gina-Cass Gottlieb, presidenta de la ACCC.
El gigante tecnológico ha admitido que estos acuerdos pudieron reducir sustancialmente la competencia en el mercado australiano de buscadores móviles. Como parte del acuerdo, Google eliminará de sus contratos las cláusulas que impiden la preinstalación de motores de búsqueda alternativos.
Aunque el acuerdo incluye una sanción de 55 millones de dólares australianos (unos 30,6 millones de euros), todavía debe ser ratificado por el Tribunal Federal australiano, que puede confirmar el importe o establecer otro.
La ACCC considera que este caso abre una vía para que otros proveedores de búsqueda ganen visibilidad y los consumidores tengan más opciones en sus dispositivos móviles.
