La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha advertido a La Rioja del riesgo de incumplimiento de la regla de gasto en 2026 y años posteriores.
En su último informe publicado el 5 de agosto, el organismo exige medidas concretas para contener el gasto, que en 2024 se disparó un 13,9%, frente al límite permitido del 2,6%. El repunte obedece, entre otros factores, al incremento de gasto corriente, especialmente en personal, farmacia y ayudas directas.
El crecimiento medio del gasto computable en La Rioja ha sido del 3,9% anual desde 2013, superando el 3,4% del conjunto de comunidades. Aunque la comunidad logró equilibrar sus cuentas en 2024 (0% de déficit), la AIReF estima que volverá a registrar déficit en 2025 y 2026, con tasas del 0,4% y 0,5% del PIB, respectivamente.
Rebajas fiscales y ayudas puntuales, en el punto de mira
La AIReF señala que el PEF riojano no incluye suficientes medidas correctoras para sostener la senda de gasto. Critica que las rebajas fiscales aprobadas en los últimos ejercicios —como la bajada del IRPF o las nuevas exenciones en el Impuesto de Patrimonio— restarán 52 millones de euros a las arcas públicas entre 2025 y 2026.
Aunque algunas ayudas temporales desaparecerán, su retirada no basta para equilibrar las cuentas.
Entre las medidas que más han llamado la atención, destaca el Plan riojano de incentivo al empleo autónomo, que aspiraba a aumentar el porcentaje de inscritos al RETA en la Comunidad Autónoma. Este plan incluyó entre 2024 y principios del 2025, la concesión de una ayuda directa a los autónomos societarios y físicos de La Rioja.
La ayuda regional consistía en un ingreso directo, a fondo perdido, por valor de 2.100 a 2.700 euros a los autónomos de La Rioja, sin que la Administración identificara la situación, actividad o condición laboral de los solicitantes, por lo que popularmente se terminó denominando como couta Nescafé.
Fuentes internas de la propia Administración autonómica cuestionan algunas decisiones económicas del Ejecutivo, como esta llamada cuota nescafé, para el que el Ejecutivo destinó cerca de 55 millones de euros y que no ha tenido incidencia ninguna en la realidad emprendedora de la región.
De hecho, como puede apreciarse en las gráficas, la creación de empresas unipersonales o las altas anuales al sistema RETA están estancadas en La Rioja, según datos oficiales del DIRCE y del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
¿Oídos sordos?
Pese a las recomendaciones previas, el Gobierno riojano mantiene políticas expansivas, sin detallar aún un calendario concreto de corrección. La AIReF ha instado a la comunidad a presentar un nuevo PEF con medidas específicas para contener el gasto en 2026, detallando el impacto, la calendarización y la estimación de ahorro real.
Mientras tanto, el gasto computable previsto por la AIReF para 2026 supera el límite permitido, alcanzando un 4,2% frente al tope del 3,3%. Para cumplir con la regla, el Ejecutivo regional debería aplicar medidas adicionales que permitan mejorar el saldo previsto.
¿Y ahora qué?
La sostenibilidad presupuestaria en La Rioja dependerá de cómo y cuándo se decida ajustar el gasto. Las advertencias de la AIReF no son nuevas, pero esta vez el mensaje es claro: sin recortes reales, el cumplimiento fiscal no será posible. La controversia en torno a ayudas simbólicas pero ineficaces, como la cuota Nescafé, deja al Gobierno regional en una posición delicada, entre el populismo fiscal y la responsabilidad presupuestaria.