Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra, ha abierto la puerta a una bajada de tipos de interés si el mercado laboral del Reino Unido muestra signos claros de debilitamiento.
La medida responde al impacto que está teniendo el reciente aumento de las cotizaciones sociales en la contratación.
Según declaró Bailey al diario The Times, ya se observan señales de que las empresas están reduciendo plantilla y ajustando horas, tras el incremento del 13,8% al 15% en las contribuciones a la seguridad social que pagan los empleadores.
La medida, impulsada en abril por Rachel Reeves, ministra de Economía, tiene como objetivo generar cerca de 25.000 millones de libras anuales (unos 28.750 millones de euros), pero ya estaría empezando a afectar a la estructura del empleo en las empresas.
«Realmente creo que la tendencia es a la baja», afirmó Bailey en relación a los tipos de interés, actualmente fijados en el 4,25%. No obstante, matizó que el enfoque seguirá siendo «gradual y cuidadoso», al recordar que la inflación se mantiene en el 3,4%, aún por encima del objetivo del 2% del banco central británico.
El impacto de las nuevas cargas sociales sobre el empleo es, en palabras del gobernador, significativo. «Las empresas están ajustando el empleo y las horas, y también con aumentos salariales posiblemente menores a los que habrían sido si no se hubiera producido el cambio en las contribuciones a la seguridad social», explicó.
La próxima reunión del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra tendrá lugar en agosto, momento en el que se revisará la posible evolución de los tipos.