La entidad que preside Ignacio Goirigolzarri afronta los próximos meses con una tranquilidad impensable si nos remontamos a los años posteriores a su rescate. Tanto es así que desde su dirección se han mostrado lo suficientemente confiados como para desarrollar con éxito la operación de fusión con BMN, una estrategia que según explica José Sevilla, su consejero delegado, les reportará “beneficios a largo plazo”. Los resultados de 2017 han arrojado unas ganancias de 816 millones de euros, una cifra un 1,4% superior a la de 2016. Dichos beneficios han permitido afrontar la fusión con serenidad, si bien la suma final de beneficios se sitúa en 505 millones de euros, un 37,3% menos que en 2016. De esta manera la solvencia de Bankia ha permitido afrontar los costes de 312 millones de euros de la operación.
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