Se trata de un ajuste que -según explica el BBVA a la CNMV– se debe principalmente a la “negativa evolución de tipos de interés, especialmente a partir de la segunda mitad de año, que unida a una ralentización de la economía hace que se espere una evolución de los resultados futuros por debajo de lo anteriormente estimado”.
Este impacto, en la cantidad que resulte en euros conforme al tipo de cambio a 31 de diciembre, se reflejará en la cuenta de resultados del banco a cierre del ejercicio.
Según aclaran desde el banco – que está envuelto en la polémica por el caso Villarejo- esto “no afecta ni al patrimonio neto tangible, ni al capital, ni a la liquidez del Grupo”. Además, señalan que tampoco va a suponer un impacto en la capacidad de reparto de dividendos ni en la cuantía que esté previsto proponer al Consejo para su aprobación.
2019-12-19 15:31:05