Los accionistas del Sabadell rechazan al BBVA por segunda vez

El BBVA no logra más del 25% del capital del Sabadell. El fracaso de la opa refuerza a Oliu y a González-Bueno frente a Torres.
Josep Oliu y César González-Bueno celebran sus buenos resultados Josep Oliu y César González-Bueno celebran sus buenos resultados
Josep Oliu y César González-Bueno celebran sus buenos resultados

El Banco Sabadell ha ganado la partida al BBVA. Josep Oliu, su presidente, ha querido agradecer el apoyo a los empresarios catalanes durante el proceso y ha hecho un simbólico brindis con cava,

La opa hostil lanzada hace más de 17 meses se salda con un fracaso que deja a Carlos Torres en una posición incómoda y refuerza la independencia del banco catalán.

No por esperado, este fracaso ha debido de escocer menos en las filas de BBVA que estaba convencido de llegar a ese mínimo del 30% y seguir teniendo en sus manos avanzar con la operación.

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Sede de BBVA en España
La Vela de BBVA :: BBVA

No ha sido así. El jueves, a última hora, casi con nocturnidad y con poco margen para la reacción, la CNMV se adelantaba al calendario previsto y anunciado por ellos mismos y daba a conocer el resultado final: la aceptación a la opa de los accionistas de Sabadell se quedaba en un 25,47% del capital.

A años luz del 50% que se había planteado BBVA como umbral de aceptación y ni siquiera cerca del 30% mínimo exigido.

Primeras reacciones

Pese a lo tardío de la hora y lo inesperado del anuncio, las reacciones de los principales implicados no tardaron en llegar. Josep Oliu y César González-Bueno, presidente y CEO de Sabadell, agradecieron el respaldo de accionistas, clientes y empleados y confirmaron que la entidad «seguirá su historia de servicio a los clientes iniciada hace más de 144 años».

Josep Oliu y César González-Bueno
Josep Oliu y César González-Bueno :: Banco Sabadell

La victoria es también simbólica: el Sabadell resiste frente al intento del BBVA de absorber su identidad y su mercado natural.

Oliu, desde un papel más institucional, y González-Bueno, siempre en primera línea de batalla, habían expresado una firme oposición a cualquier intento de BBVA de hacerse con el control de la entidad catalana y actuado en defensa de sus inversores.

El plan estratégico del Sabadell prevé elevar la rentabilidad al 16% en 2027 y retribuir a los accionistas con 6.450 millones de euros, el 40% de su capitalización.

Los resultados respaldan a su cúpula directiva, que ha convertido al banco en un caso de éxito tras años de dudas sobre su viabilidad.

El mercado ya había hablado. Y lo había hecho alto y claro. En el último año, las acciones del Sabadell se han revalorizado casi un 80%, frente al 50% del BBVA. El fracaso de la operación ha sido recibido como una confirmación de que el banco catalán genera más valor en solitario.

«Ha triunfado el sentido común», dijo Jordi Casas, presidente de la Asociación de Accionistas Minoritarios del Sabadell, al conocerse el resultado. Solo un 2,8% de los accionistas minoristas que también son clientes acudieron al canje, un rechazo «masivo».

Una batalla casi personal

El fracaso de BBVA es un fracaso personal para Carlos Torres, que ha recibido un duro golpe. El presidente del BBVA lo apostó a una operación que nadie avalaba. Su empeño por hacerse con el Sabadell, pese al rechazo de su dirección y del tejido empresarial catalán, ha terminado como una derrota personal y reputacional.

Carlos Torres
Carlos Torres, presidente de BBVA :: BBVA

Torres, que ya protagonizó un intento fallido de fusión en 2020, repite ahora el patrón de una gestión agresiva, más financiera que institucional, que no encaja con la sensibilidad de un mercado en el que pesan las relaciones de confianza.

En el entorno bancario se interpreta este revés como una llamada de atención a su estilo de liderazgo, cada vez más alejado de la diplomacia que exige el sector.

Tras conocerse el resultado de la opa, Carlos Torres, mediante un vídeo grabado, al que remiten desde el banco, ha asegurado que el futuro de BBVA es más brillante que nunca y ha anunciado un plan de recompra de acciones y pago de dividendo a accionistas para los próximos meses.

Evita así dimitir y asegura su continuidad al frente de la entidad, como había anunciado meses atrás. Sin embargo, durante el año y medio que ha durado la operación, su alta implicación y su visibilidad mediática han vinculado de forma irremediable su figura a la misma.

De ahí que los analistas consultados hablen de desgaste y pérdida de liderazgo. Ahora, está por ver si, para salvaguardar al presidente, se producirán destacados relevos en el banco vasco. Los expertos señalan al área de comunicación como primer objetivo.

Refuerzo institucional

Frente a él, emerge la figura de César González-Bueno que se consolida como el gran ganador. Bajo su mandato, el Sabadell ha recuperado la rentabilidad, ha vendido con éxito su filial británica TSB y ha devuelto la confianza a sus accionistas.

César González-Bueno, CEO de Sabadell
La figura de César González-Bueno sale reforzada :: Banco Sabadell

«Los planes estratégicos de González-Bueno se han cumplido con creces», reconocen los minoritarios. Su estilo técnico, alejado de la retórica y centrado en la ejecución, ha sido clave para resistir la ofensiva del BBVA.

Josep Oliu, en un papel mucho más estratégico y discreto, se ha limitado a reforzar el mensaje del Consejo de Administración para proteger a sus accionistas y ha dejado a su hombre de confianza actuar como primera espada en un movimiento que los analistas han definido como «brillante».

Y ahora, ¿qué?

El fracaso de la opa deja además un mensaje claro para el sector: la banca española no está dispuesta a repetir fusiones forzadas ni operaciones de poder mal calculadas. La independencia, respaldada por resultados, vale más que la escala.

El IBEX 35 abrió la sesión con una caída del 1,28%, con BBVA y Sabadell en el centro de la atención. En los primeros movimientos bursátiles, la promesa del pago de un dividendo en los próximos días ha alzado las acciones de los vascos pero los expertos recuerdan que es una carrera de fondo y esperan vaivenes.

A corto plazo, el BBVA tendrá que replantear su estrategia de crecimiento. La pérdida de credibilidad ante el mercado y el desgaste interno que deja la operación podrían afectar a su liderazgo. Mientras tanto, el Sabadell se proyecta como un banco rentable, con base sólida y una hoja de ruta clara.

El pulso entre Carlos Torres y Sabadell pasará a la historia reciente de la banca española como una batalla entre dos visiones: la del poder financiero frente a la de la gestión prudente. Y, esta vez, la prudencia ha ganado.

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