El Gobierno argentino ha activado el proceso de privatización de la empresa estatal Belgrano Cargas y Logística S.A., como parte del plan impulsado por el presidente Javier Milei para reducir la participación pública en sectores productivos.
Según la resolución publicada en el Boletín Oficial, el Estado dejará de operar directamente el transporte de mercancías por ferrocarril, así como de gestionar el material rodante, talleres, vías e inmuebles ferroviarios.
La Secretaría de Transporte ejecutará el proceso: coordinará remates públicos del material rodante y concesionará las líneas General Belgrano, General San Martín y General Urquiza, además de los activos inmobiliarios y operativos asociados.
La Agencia de Transformación de Empresas Públicas supervisará el calendario, con un plazo de 12 meses para completar la privatización. Asimismo, se apoyará en la Administración de Infraestructuras Ferroviarias y en la propia empresa Belgrano Cargas para realizar relevamientos técnicos.
Los fondos recaudados por el remate se canalizarán a través del Banco de la Nación Argentina y se destinarán a obras ferroviarias, garantizando que todo el proceso se ejecute mediante plataformas oficiales.
El proyecto se enmarca en la Ley de Bases, que incorpora a Belgrano Cargas en el listado de empresas sujetas a privatización. Aunque los activos serán transferidos, el Estado mantendrá la propiedad de las vías y terrenos, que se recuperarán una vez concluidas las concesiones.
