El fabricante de vehículos eléctricos, Tesla, ha anunciado que, en el primer trimestre del año, sus ingresos disminuyeron un 20% mientras que sus beneficios se redujeron un 71%.
Tesla ha comunicado que la recaudación por la venta de automóviles ha caído a 13.967 millones de dólares. El total de sus ingresos, que incluye la venta de unidades de almacenamiento de energía y otros servicios, fue de 19.335 millones de dólares, lo que supone un 9% menos.
La compañía ha señalado que su resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado también ha caído un 17% a 2.814 millones de dólares y que el margen se redujo al 14,6% mientras que los gastos operativos subieron un 9%, alcanzando los 2.754 millones de dólares.
Ya a principios de mes, la empresa había comunicado el descenso en la venta de vehículos pero había cifrado el descenso en un 13%, un resultado previsto mejor del anunciado finalmente.
Con los datos en la mano, los analistas pronosticaban unas ganancias para los inversores de 39 centavos, 12 más que lo anunciado por Tesla, y unos ingresos de unos 21.100 millones de dólares para las actividades del automóvil.
Razones del desplome
Entre las causas de la caída de Tesla, una de las más importantes es la fuerte competencia que está encontrando, especialmente en China, donde BYD lidera el sector.
Los expertos también mencionan el impacto negativo que ha tenido para la marca que su CEO, Elon Musk, se haya implicado en la Administración Trump y su papel decisivo en el DOGE.
Desde el inicio de la legislatura, la popularidad de ambos dirigentes ha ido cayendo y los niveles de aprobación en cuestiones económicas y empresariales están en su peor momento.
Las medidas adoptadas por DOGE, la cercanía de Musk a Trump y las declaraciones políticas del empresario en favor de grupos de extrema derecha en Europa y el resto del mundo han provocado una grave crisis de imagen de Tesla.
Estos hechos han llevado a que la compañía se haya enfrentado en los últimos meses a numerosas protestas y actos de boicot tanto en Estados Unidos y Canadá como en varios países de Europa.
Además, la guerra comercial iniciada por Trump contra el resto del mundo, especialmente contra China, también ha perjudicado los intereses de Tesla que cuenta con una planta de producción de vehículos en el gigante asiático.
Mayor dedicación de Musk
Coincidiendo con la publicación de estos datos y tras varias semanas de rumores, el CEO de Tesla ha anunciado que a partir del próximo mes se dedicará de nuevo, fundamentalmente, a sus negocios. Sin abandonar del todo, su función política, Musk quiere centrarse en la parte empresarial.
«Creo que continuaré un día o dos a la semana mientras que el presidente quiera que lo haga y mientras yo sea útil. Pero a partir del próximo mes dedicaré mucho más tiempo a Tesla», ha afirmado el directivo
Aunque no dejará el DOGE, Elon Musk reducirá significativamente el tiempo de dedicación a funciones públicas. En sus propias palabras, ya se ha hecho «un gran progreso en responder al malgasto y fraude» en el Ejecutivo federal estadounidense y la mayor parte del trabajo para establecer el departamento está acabado.