Este fin de semana hemos vivido una nueva vuelta de tuerca a los aranceles recíprocos y su aplicación mundial. Si la semana pasada, la administración Trump ponía en pausa la mayoría de tasas impuestas, salvo para China, ahora ha anunciado que smartphones, algunos componentes de ordenador y semiconductores estarán exentos
La exención abarca los productos que hayan sido importados a EE.UU. o que hayan salido de los almacenes en sus países de origen desde el 5 de abril. Cabe recordar que en la escalada de impuestos entre Pekín y Washington, los productos provenientes del país asiático ya tenían una tasa del 145%.
Un hecho especialmente inquietante para las grandes empresas tecnológicas de EE.UU. que tiene buena parte de la fabricación de sus componentes en China. Apple, Microsoft o Meta, entre otras, han encontrado un alivio ante este anuncio de exención de aranceles.
Sin embargo, es un respiro efímero. Desde la Casa Blanca, Howard Lutnick, secretario de Comercio ya ha avisado de que no se trata tanto de una eliminación si no de establecer unas tasas específicas para ciertos bienes. «Los aranceles entrarán en vigor en un futuro próximo. Porque, como saben, al igual que hicimos con (los aranceles) al acero, los automóviles y el aluminio, que ya están en plena vigencia, haremos lo mismo con los semiconductores, los chips y muchos otros productos», ha explicado el propio Donald Trump.
Al mismo tiempo también dijo que su Gobierno hablará con empresas estadounidenses como Apple sobre la aplicación de aranceles a sus teléfonos, tabletas u ordenadores. «Hay que mostrar cierta flexibilidad», ha añadido el presidente de EE.UU. ante el comportamiento errático de las bolsas.