La gestora estadounidense BlackRock, la mayor del mundo, cerró el tercer trimestre del año con activos bajo gestión por valor de 13,46 billones de dólares, lo que supone un incremento de casi 2 billones respecto al mismo periodo del año anterior.
A pesar de ese crecimiento, su beneficio neto trimestral cayó un 19% interanual, hasta los 1.323 millones de dólares, según comunicó la compañía este martes. Entre enero y septiembre, el beneficio acumulado ascendió a 4.426 millones, un 5,8% menos que en los nueve primeros meses de 2024.
Los ingresos también mostraron un avance significativo, pasando de 14.730 millones hace un año a 17.208 millones de dólares al cierre de septiembre. En paralelo, la firma registró entradas netas de fondos de 204.642 millones en el trimestre, uno de los volúmenes más altos de su historia reciente.
Solidez operativa
Laurence Fink, presidente y consejero delegado de la compañía, destacó que los resultados reflejan «uno de los trimestres de flujos más sólidos» para BlackRock. Según el directivo, el desempeño demuestra la fortaleza de su modelo operativo y la capacidad de anticiparse a las tendencias del mercado global.
Fink subrayó además que la empresa continúa invirtiendo «por adelantado a las necesidades de los clientes» y reforzando su presencia mediante un modelo de interacción hiperlocal, con el objetivo de profundizar en los mercados de capitales y fortalecer su liderazgo global.
Con estos resultados, BlackRock reafirma su posición como líder mundial en gestión de activos, con una estrategia centrada en la diversificación y la expansión internacional, pese a la presión sobre los márgenes y la volatilidad de los mercados.